Sarina Wiegman, la única seleccionadora con opciones de ganar el Mundial
De las 12 seleccionadoras con las que dio comienzo el Mundial, sólo Sarina Wiegman logró alcanzar la tercera ronda, pese a los problemas de Inglaterra (lesiones, conversaciones difíciles con la federación por las primas y carencias ofensivas)
A punto de caer en octavos de final contra Nigeria (0-0/4-2 en penaltis), nada parece perturbar a la entrenadora de 53 años, que se aferra a los métodos que la llevaron a alcanzar las finales de los tres torneos mayores en los que ha participado.
Tras guiar hasta la victoria a la selección neerlandesa en la Eurocopa de 2017 y a las Leonas en 2022, la antigua zaguera (con un centenar de internacionalidades entre 1987 y 2001) se convirtió en una referencia de los banquillos.
En 2019, todavía con Países Bajos, Wiegman se quedó con las ganas de alzar el trofeo mundial tras la derrota de las Oranje ante Estados Unidos en la final (2-0).
Fichada en 2020 por la selección que dirige, donde el fútbol practicado por mujeres tomaba fuerza en vistas a la competición continental organizada en casa, Wiegman llevó a cabo una profunda transformación para dejar atrás a un plantel medianamente competitivo que, gracias a su intervención, pasó a ser una máquina de ganar.
Según la Federación inglesa, Wiegman ha ganado 30 de sus 36 partidos.
Sus logros han hecho de ella una de las caras de la feminización del puesto de entrenador, junto con Jill Ellis (doble campeona del mundo con Estados Unidos) o la sueca Pia Sundhage (EE.UU., Suecia y Brasil).
Adaptación
"Cuando empecé en el fútbol, con seis años, no teníamos permitido jugar, así que jugaba ilegalmente", recordó en una entrevista a la BBC, antes del torneo, midiendo el camino recorrido desde sus comienzos en Países Bajos.
Hoy es la última de las doce seleccionadoras presentes en el Mundial, de un total de 32 equipos, una proporción femenina igual a la del Mundial de 2019.
Pero los logros de las entrenadoras son una buena señal, ya que desde 2012 los Mundiales y los Juegos Olímpicos han sido conquistados por naciones entrenadas por mujeres.
"Lo que esperamos es que esto se iguale en el futuro. Estamos trabajando en ello, al menos en Inglaterra", declaró Wiegman.
"Otros países también trabajan para que más mujeres participen en el desarrollo del juego, para que haya más entrenadoras", añadió.
La antigua profesora de educación física construyó una base defensiva de acero para llevar a Inglaterra a lo más alto, variando en Australia entre el habitual 4-3-3 y el 3-5-2.
"El equipo demostró que puede adaptarse bien", sostuvo.
Múltiples contratiempos
Es el ataque el que, de momento, genera más dudas debido a las bajas por lesión de Fran Kirby y Beth Mead, que dejaron un vacío que a Alessia Russo o Lauren Hemp les cuesta llenar.
Además, la prometedora Lauren James, que marcó un doblete y asistió tres veces ante China, está sancionada y no jugará contra Colombia, por un mal gesto ante Nigeria que le valió una tarjeta roja y dos partidos de suspensión.
"En este Mundial, con las lesiones y con la sanción a James, Wiegman está seguramente en su plan F o G. Pero hasta ahora, ella e Inglaterra han sabido gestionar. El equipo está todavía unido y creen en su capacidad para resolver la situación", declaró la campeona de Europa 2022 Ellen White, ahora retirada, a la BBC.
Wiegman, que también pasó unos meses en 2016 como adjunta del equipo masculino del Sparta de Róterdam (entonces en segunda división), tiene contrato hasta 2025, a la espera de una renovación que la prensa inglesa lleva evocando un tiempo.
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