Miguel Company (Lima, 1945) es voz autorizada en el fútbol peruano. Debutó en 1966 con Defensor Arica y se retiró en José Gálvez en 1973 para luego empezar su carrera como técnico. En su amplio CV que cuenta con 12 equipos y tres selecciones, el ahora exentrenador de 79 años dirigió a la selección peruana en dos etapas (1991 y 1994-95) en el que disputó dos Copas América (Chile 91 y Uruguay 95). Y en la previa del Perú ante Colombia, un partido muy importante para la Bicolor en las Eliminatorias, brinda un análisis del significado del encuentro.
¿Cómo ve el partido y su importancia?
Lo veo con gran expectativa, esperando y deseando que Perú haga un cambio muy notorio en su producción futbolística y que de esa manera logre un triunfo. Ahora el partido en sí es bastante difícil por el momento que atraviesa Colombia, que, a criterio mío, tuvo la mejor administración futbolística que hubo en Copa América y esos equipos con ambiciones vienen acá por los tres puntos, no se va a sentir visitante, sino que con posibilidades de ganar. Por tanto, creo que Perú tiene que marcar una diferencia en el campo en relación consigo mismo. Lo que hizo en los siete partidos anteriores fue modesto; si ahora tiene pretensiones de triunfo en este partido, tiene que elevar mucho su producción, sobre todo en campo propio.
El deseo del hincha peruano es ese, que Perú mejore. ¿Pero hay argumentos para creer eso?
De acuerdo a lo que se vio en la Copa América y los partidos anteriores en los que la verdad no produjeron nada, es muy poco lo que podemos esperar. No sé qué puede haber sucedido en la final de la Copa América en cuanto a la preparación y la idea que tenga el comando técnico. Sobre el papel lo veo muy difícil para Perú.
¿Perú se enfrentará a una de las mejores selecciones del mundo?
Está entre las mejores, por supuesto. De acuerdo a lo que ha hecho en la Copa América, lo vi muy bien en lo individual, sectorial y colectivo.
Esta fecha doble parece haber marcado el fin de una era que trajo mucho éxito: ya no están Paolo Guerrero, Christian Cueva y André Carrillo. ¿Cómo toma eso?
Son tres jugadores que marcaron diferencia en su momento. Gueron muy importantes, eran titulares indiscutibles, tenían peso futbolístico en el campo y trascendencia. Pero hoy, por diferentes motivos, con los tres no se puede contar. Creo que el mejor momento de Paolo Guerrero ya pasó, tuvo paras, tuvo castigos y ahora tiene la edad encima (40 años), entonces es difícil que se le convoque para competencias de mayor riesgo. En cuanto a André Carrillo, pues ha estado en un medio como el fútbol árabe donde el crecimiento futbolístico no se va a dar. Y lo de Christian Cueva, lamentablemente sabemos perfectamente cuál es su momento. Está en una edad en la que puede jugar, pero su actualidad futbolística no es la adecuada. Ahora lo lamentable no es que se no se pueda contar con esos tres jugadores, sino que no hay otros tres con ese nivel de juego que tenían ellos.
¿Por qué al Perú le cuesta mucho ser regular en la formación de futbolistas y sacar un Paolo Guerrero o Jefferson Farfán?
Porque históricamente en el Perú se ha trabajado mal en el fútbol. Y la gente que entra al sistema lo hace más con fines lucrativos. Los técnicos son docentes, formativos y competitivos. Pero el dinero está en la competencia, en los mayores. Entonces los entrenadores no quieren ser formadores porque están ocultos, no alcanzan fama y ganan poco, pero esa es la parte más importante en el fútbol. Lamentablemente acá no se trabaja bien en las bases, no se les valora a ellos.
¿Cómo ve el 3-5-2 de Jorge Fossati que probablemente continuará ante Colombia? Entendiendo, claro, que es obligatorio ganar.
Cuando se habla de 3-5-2 o 4-4-2 o cualquier otro se trata de sistema, no de táctica. Todo dependerá de la intención de juego, de la misión de los jugadores en el campo, qué harán los carrileros, los volantes. Dependerá de la flexibilidad del sistema. No interesa el sistema, sino cómo se desarrollará todo en el campo.
¿Piero Quispe está para ser el conductor de Perú en estos momentos?
Creo que todavía no. Es un buen jugador. Pero tener la responsabilidad de ser la manija del equipo, creo que es demasiada responsabilidad porque la competencia es otra. Va a enfrentar a un mediocampo con vocación de marca y muy dinámico como el que tiene Colombia, que además juegan en mejores ligas y presentan futbolistas con mucha potencia, fuerza y velocidad. Todo eso creo que merma en un jugador que todavía no está plenamente desarrollado y no tiene característica de líder.
¿El hincha puede soñar con una clasificación al Mundial de 2026, pese al lugar en la tabla de posiciones?
Sí, indudablemente. Pero ahora es penoso que habiendo seis cupos directos y uno más para el repechaje no nos clasifiquemos. De que se puede clasificar, sí. Las Eliminatorias han llegado a un punto en el que se han dividido en dos grupos: de los seis de arriba, el que se puede caer es Venezuela, una selección a la que le faltó ambiciones en algunos partidos; y de los cuatro del fondo el más modesto es Bolivia; después, Perú, Chile y Paraguay están en el mismo nivel, muy bajos de fútbol, y de esos cuatro con seguridad va a ir uno.
¿Cuán significativo es el partido de este viernes ante Colombia en ese contexto?
El camino marcará el resultado porque si Perú gana irá con muchas ambiciones a Ecuador, el partido del martes, y va a pensar en sus últimas visitas a Quito. Pero si pierde tendrá el peso de no haber ganado por Eliminatorias en siete partidos, con una producción futbolística bastante pobre. Entonces, creo que el futuro de la selección en las Eliminatorias se definirá este viernes.