Brasil dijo adiós a la Copa América este fin de semana tras perder en penaltis contra Uruguay (empate a cero en el tiempo reglamentario). La ausencia de prórroga benefició al plantel charrúa, que jugó en inferioridad numérica durante el último cuarto de hora y fue capaz de mantener el resultado gafas para jugársela desde los 11 metros. Pese a la decepción por caer eliminados, el equipo de Dorival Júnior cayó con ciertos honores.
Eso no ocurrió en la Copa del Mundo de 2014, en la cual actuaban como anfitriones. Esto último no garantizaba nada, como ha pasado históricamente en el fútbol, pero era inevitable que generara un punto extra de presión, sobre todo si además se suma a otro factor bastante influyente (es el único país que ha ganado en cinco ocasiones y, aunque no triunfa desde el año 2002, todavía lidera el palmarés).
En aquella edición, Alemania venció a Argentina en el duelo decisivo gracias a un tanto de Mario Götze en la prórroga (1-0). Pero antes de ese igualado encuentro celebrado en Maracaná, los germanos humillaron al plantel que entonces dirigía Luiz Scolari. El once del cuadro local fue el siguiente: Julio César; Dante, David Luiz, Marcelo, Maicon; Fernandinho, Luiz Gustavo; Bernard, Óscar (autor del único gol), Hulk; Fred.
Todo se torció antes, incluso, de alcanzarse el cuarto de hora (el incansable Thomas Müller inauguró el marcador). Luego, Miroslav Klose, un doblete de Toni Kroos y un nuevo tanto de Sami Khedira dieron forma a la manita allá por el minuto 29. Aparte del resultado, lo peor era que aún restaba muchísimo partido por delante. Ya avanzada la segunda mitad, André Schürrle anotó el sexto y el séptimo tras salir desde el banquillo.