Análisis de fichajes: Diaby, versatilidad para Aston Villa; Vindahl, incógnita para Sparta
Velocidad y creatividad en uno
Con Diaby, el actual entrenador de los Villanos, Unai Emery, ha elegido a un jugador cuyos rasgos característicos son principalmente la velocidad, la polivalencia y una excelente gestión del balón. Además, tendrá cabida en ambas formaciones, las preferidas por el técnico español durante su estancia en la Premier League.
Puede jugar por la banda izquierda y derecha en un 4-2-3-1 o por ambas bandas en un 4-4-2, en el que también puede actuar como segundo delantero y compañero de Ollie Watkins. Un papel similar al que desempeñó Leon Bailey en varios partidos del Bayer la temporada pasada. Un simple vistazo a los nombres de los nuevos refuerzos dará una pista sobre el tipo de jugadores que más interesaban al Villa durante el actual periodo de traspasos.
Torres estaba considerado el mejor defensa de LaLiga en cuanto a su capacidad para provocar acciones de peligro sacando el balón jugado, y Diaby es igualmente dominante en esa disciplina. Al mismo tiempo, con una velocidad punta de 36,5 km/h, era uno de los mejores velocistas de la Bundesliga.
En las métricas de datos avanzados que miden hasta qué punto la carrera y el regate de un jugador ayudan a mover el balón hacia posiciones más ventajosas para marcar goles, se situaba regularmente entre los mejores de la competición. Además, es un creador de juego técnicamente excelente, con una gran capacidad creativa en el último tercio del campo.
También es muy eficaz en las entradas. Su capacidad para entregar el balón a sus compañeros en una oportunidad abierta queda bien demostrada por sus excelentes resultados desde hace tiempo en la métrica de asistencias esperadas. En 2022/23, sólo Kingsley Coman y Dani Olmo fueron mejores que él, un año antes sólo dejó a Serge Gnabry por delante de él y fue similar el año antepasado, cuando fue tercero por detrás de Leroy Sane y el mencionado Coman.
Gracias a su velocidad y a su excelente gestión del balón, Diaby suele ser capaz de meterse en el área contraria, desde donde envía balones precisos a sus compañeros en el espacio que rodea el punto de penalti. Allí, el Aston Villa tiene en Watkins a un goleador fiable, que además es excelente recibiendo pases en diagonal desde el centro del campo, un tipo de pase que le viene muy bien a Diaby. Bailey, en cambio, ha fallado a menudo en esta actividad.
En comparación con el Leverkusen, el plan del Aston Villa en el último tercio del campo gira mucho más en torno a centros y pases en profundidad. Diaby no llega muy a menudo a éstos debido a su tendencia a acercar sus incursiones al área, pero su inteligencia debería permitirle adaptarse gradualmente al nuevo estilo de juego.
Además, durante su carrera en la Bundesliga ha mantenido una media de 0,21 goles esperados (sin contar los penaltis) por partido y se encuentra entre el 30% de los mejores jugadores de su posición en esta métrica. También es un muy buen rematador en una amplia muestra de minutos jugados. Aunque tendrá que adaptarse a un mejor nivel de defensas en la Premier League, debería empezar a marcar goles poco a poco.
Un portero que destaca con los pies
En la plantilla del Sparta de Praga se ha producido un cambio importante en la posición de portero. Aunque se daba por hecho que la aparición como invitado del número uno del Manchester del año pasado, Matěj Kovář, sería cuestión de al menos dos temporadas, su futuro (al menos próximo) no estará ligado al equipo de Letna. Aunque Vojtěch Vorel siempre ha rendido muy bien en la FORTUNA:LIGA, la directiva decidió echar mano de Vindahl, que llega del Alkmaar holandés en calidad de cedido con opción a traspaso definitivo.
Vindahl debutó en el fútbol grande con la camiseta del Nordsjaelland danés. Fue titular por primera vez con el equipo senior local en la primavera de 2019, pero no fue hasta la temporada 2020/21 cuando empezó a desempeñar el papel de número uno. Si el portero medio de la liga se hubiera enfrentado a disparos idénticos a los suyos, habría encajado cinco goles más. Además, su equipo se enfrentó a ocho penaltis, de los que logró detener tres.
Impresionó con sus actuaciones en el Alkmaar, donde se hizo con un puesto entre los tres palos nada más llegar y acabó jugando 3.490 minutos de liga. Sin embargo, sus números descendieron bruscamente de inmediato. En la Eredivisie, fue uno de los peores guardametas a la hora de atrapar disparos dirigidos a él desde dentro de los dieciséis metros, y terminó la temporada con una estadística poco halagüeña: 10 goles marcados por encima de la cifra esperada. Sólo otro guardameta fue peor en este aspecto.
Sin embargo, una parte importante de la contribución del portero al equipo es también su juego de pies. Y el de Vindahl fue muy decente. Obtuvo una puntuación por encima de la media en la métrica que evalúa en qué medida sus pases aumentaron las posibilidades de gol del Alkmaar.
A menudo preparaba la acción con pases largos de 30 metros o más y conseguía llevar el balón a las zonas que posteriormente creaban ocasiones peligrosas de gol. Lo mismo ocurrió la temporada pasada, en la que jugó 1372 minutos cedido en el Nürnberg de la segunda liga y fue un gran activo para el equipo en el centro del campo.
Lo que no cambió fue su recepción, en la que volvió a ser uno de los peores jugadores de la competición. No obstante, hay que señalar que una gran inconsistencia en el rendimiento no es infrecuente incluso entre porteros muy buenos, incluso en las cinco mejores ligas del mundo. Se trata de una posición en la que el estado mental del jugador desempeña un papel enorme. En cualquier caso, Vindahl tiene una base decente en el juego con los pies y, a sus 25 años, aún le queda por delante una parte importante de su carrera profesional.