OPINIÓN: Unai Emery demuestra en la Premier League su verdadera valía con el Aston Villa
En aquel momento, el equipo sólo había ganado dos de sus 12 primeros partidos de liga y corría el riesgo de verse inmerso en una nueva batalla por el descenso.
Llegó Emery, un hombre con un pedigrí real en el continente, que trabajaba con un presupuesto limitado y creaba una identidad.
Esto no funcionó en su otra etapa en la máxima categoría inglesa con el Arsenal, pero se ha labrado un nicho en la superación con clubes de la parte media de la tabla como el Villa, el Villarreal y el Valencia. Y no sólo ha triunfado en equipos que empiezan por V: es recordado por su éxito con el Sevilla, en especial en materia europea.
Esos sueños europeos parece que se reavivarán en la temporada 2023/24, después de que el trabajo de Emery hasta ahora en la Midlands haya visto a su equipo pasar del declive al auge, de mirar por encima del hombro a la Championship a soñar con la Liga de Campeones.
En ambos extremos del campo, el Villa ha mejorado notablemente bajo la batuta de Emery. Desde su llegada en noviembre, sus goles encajados por partido han bajado de 1,45 con Gerrard al principio de esta temporada a 1,05. En ataque, están marcando casi a la perfección. En ataque están marcando casi a placer, pasando de 0,63 goles por cada 90 minutos a 1,5.
En su victoria por 1-0 sobre el Fulham el martes por la noche, Emery se convirtió en el primer entrenador que ve a su equipo del Villa marcar en cada uno de sus primeros 20 partidos al frente del equipo. Ese tipo de regularidad nunca le hará pasar apuros para puntuar en la Premier League.
Esa regularidad desde su nombramiento les ha llevado a escalar posiciones en la tabla. Desde que llegó Emery, el Villa es el tercer equipo que más puntos consiguió, solo por detrás del Arsenal y el Manchester City. Una temporada completa a ese ritmo les llevaría a sumar alrededor de 79 puntos, cifra que les habría permitido terminar entre los cuatro primeros, al menos en las últimas ocho campañas.
Infortunadamente, el ascenso del Arsenal, el Brighton y el Brentford, junto con la caída del Chelsea y el Liverpool, así como el caos en el Tottenham han ocasionado que en Inglaterra no se valore el trabajo táctico del Villa.
Quizás el enfoque metódico de Emery sea la razón que impulsa esa poca visibilidad. El sistema 4-2-3-1, preferido por el entrenador vasco durante gran parte de su reciente carrera como técnico, ha permitido al Villa ser más paciente con el balón y crear más ocasiones.
Para ver la diferencia real, sus dos actuaciones contra el Fulham esta temporada sirven de perspectiva. La derrota por 3-0 a domicilio en Craven Cottage en octubre fue el último clavo en el ataúd para Gerrard, y su equipo se vio superado en todo momento, con el conjunto londinense realizando 18 disparos, dominando la posesión y no permitiendo al Villa ningún espacio por el centro para que su desequilibrado 4-3-3 avanzara.
Los cambios introducidos por Emery han supuesto un gran cambio en su forma de jugar. En su victoria por 1-0 sobre el mismo rival, aumentaron su precisión en el pase en un 7%, lo que sugiere más juego de acumulación, y limitaron a los Cottagers a un solo disparo en los 90 minutos.
Tyrone Mings (30) fue el autor del gol entre semana, un buen rendimiento para un jugador que ha mantenido su portería a cero cinco veces en los últimos cinco partidos, muy mejorado bajo la batuta de Emery y que parece muy asentado en su defensa.
Normalmente, bajo la batuta del español, los Villanos han confiado sus goles a Ollie Watkins (27). Esta temporada lleva 14, y solo uno de ellos lo ha marcado con Gerrard. Esto podría deberse al hecho de que Emery lo ha convertido en el centro de sus ataques, enviando a Danny Ings (30), que luchó por la cohesión junto a su compañero de ataque en Villa Park, al West Ham en enero y confiando en Watkins para marcar la diferencia. Una racha de 10 goles en 12 partidos durante el mandato de Emery sugiere que está funcionando.
Con el éxito en el campo y el fútbol europeo a la vista, los seguidores del Villa podrían estar preocupados por lo que pueda deparar esa incursión en el continente. Al fin y al cabo, ya han estado allí este siglo, principalmente con Martin O'Neil, y al final acabaron descendiendo a la segunda división.
Emery inyecta positivismo
Pero con Emery al timón y con su increíble, aunque nicho, historial europeo, las cosas parecen más positivas. Los Villanos cuentan con un modelo de negocio sostenible que ha visto aumentar su gasto neto en fichajes hasta en unos 50 millones de libras en las dos últimas temporadas, pero han cosechado los beneficios. Tras terminar en el puesto 14º la temporada pasada, está a punto de lograr su mejor clasificación en más de una década.
Fuera del terreno de juego, la inversión está demostrando que este repunte de la fortuna podría llegar para quedarse. Villa Park está listo para una remodelación que aumentará la asistencia a más de 50.000 espectadores -un incremento de casi el 20%-, con un gasto de más de 100 millones de libras en la regeneración de uno de los campos más míticos de Inglaterra.
Al igual que en el caso de los fichajes, se trata de una inversión considerable, pero que demostrará su valía con el paso del tiempo.
Para el Villa, la entrada en Europa por primera vez desde la temporada 2010/11 significará más partidos y la necesidad de una plantilla más amplia para hacer frente a las exigencias de cuatro competiciones. Sin embargo, su principal objetivo será mantener contento a Emery y permitirle seguir trabajando con una plantilla que, evidentemente, le está rindiendo.
Su trabajo en los siete meses que lleva al frente del equipo ha sido notable y contribuye en gran medida a enmendar los errores que cometió en el Arsenal, donde luchó por controlar un vestuario fracturado después de que una leyenda del club abandonara definitivamente el banquillo.
Ahora, parece más experimentado y más en sintonía con su equipo, pero siempre hay una nueva prueba a la vuelta de la esquina, donde los pequeños momentos y las grandes decisiones volverán a definirle.