Los Wolves se mostraron seguros en los primeros compases y jugaron con su estilo ante un todopoderoso Liverpool. Sam Johnstone y sus errores con los pies fueron el principal motivo de preocupación para los locales.
Alisson Becker fue el primero en intervenir para salvar a su equipo. Tuvo que estirarse por las peligrosas acciones de Nélson Semedo y Matheus Cunha.
Parecía que el Liverpool abriría la brecha tarde o temprano cuando sorprendió por primera vez a los Wolves en el minuto 40. Andrew Robertson se asoció con Dominik Szoboszlai, pero Johnstone rechazó instintivamente el disparo del centrocampista.
Sin embargo, nadie pudo con Ibrahima Konaté, que se elevó por encima de Toti Gomes para rematar de cabeza un centro de Diogo Jota para que el balón se colase entre las garras de Johnstone, marcando así el primer gol del partido.
Konaté intentó sacar el balón jugado pero se equivocó y permitió que Jørgen Strand Larsen desencadenara una serie de calamidades del Liverpool que culminaron con Rayan Aït-Nouri devolviendo la igualada a los locales.
Sin embargo, las celebraciones de los Wolves se silenciaron casi de inmediato, ya que Semedo derribó a Jota y concedió un penalti que Salah transformó con precisión.
A pesar de la proactividad de los Wolves, el Liverpool se mantuvo firme y sumó su cuarta victoria seguida, con lo que se aúpa al primer puesto de la tabla de la Premier.
Por el contrario, los Wolves sólo ha ganado en la Carabao Cup y ocupa el 20º puesto.
Jugador Flashscore del partido: Ryan Gravenberch (Liverpool)