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Del tatuador al panadero, Nápoles vibra con el tercer 'Scudetto' en el horizonte

AFP
El Nápoles acaricia un nuevo título
El Nápoles acaricia un nuevo títuloANDREAS SOLARO / AFP
Desde sus estrechas callejuelas hasta sus balcones, la ciudad de Nápoles se ha teñida de azul, el color de su equipo de fútbol, que se acerca a un nuevo título de liga.

A ocho fechas para el final, los napolitanos cuentan con una sólida ventaja de 14 puntos sobre la Lazio. El título sería histórico para el club, ya que no lo levanta desde 1990 de la mano de Diego Maradona, la leyenda argentina del fútbol al que aún hoy la ciudad concede un aura reverencial de santidad.

En el Barrio Español, un laberinto de callejuelas en pleno centro donde late el corazón del pueblo napolitano, la devoción es máxima por un equipo liderado en la faceta ofensiva por el delantero nigeriano Victor Osimhen.

En Spaccanapoli, la calle que "corta" literalmente la ciudad en dos, y de la vía Toledo, arteria comercial, los colores del Nápoles en las camisetas y banderines ocupan todo el campo de visión.

En el último piso de un inmueble, un habitante ha adornado sus cuatro balcones con las fotos de jugadores del Nápoles.

Los comerciantes no se quedan atrás, y también se han subido a la ola 'azzurra'. Es el caso de Antonio Coppola, panadero en el centro histórico, que fabrica y vende en cada partido del club panes de color azul ornados con una 'N' del Nápoles.

"Yo vivo para el Nápoles, es mi pasión, así que tuve la idea de crear un pan en su honor (...) para mis clientes 'tifosi'", explica el joven de 37 años, que ha logrado encontrar entre sus proveedores un colorante alimentario que resiste perfectamente a la cocción.

Y su iniciativa ha causado sensación entre sus clientes: "Todo lo que está relacionado con el club funciona bien actualmente en Nápoles".

Salvatore Russo, que regenta un salón de tatuaje en la vía Toledo, también ha aportado su grano de arena con un escudo conmemorativo del tercer 'Scudetto' del club. "El 30 de enero decidí dejar de lado la superstición y tatuármelo", cuenta a la AFP desde su salón, delante de un retrato de Diego Maradona coronado por un crucifijo.

Maradona y San Gennaro

"Los jugadores lo tienen cosido sobre su camiseta, yo me lo he cosido sobre mi piel", lanza este napolitano que además nació a una veintena de metros del inmenso fresco que representa a Maradona en el corazón de los barrios españoles. Confiesa haber realizado ya una treintena de esos tatuajes.

Tampoco deja hueco para el pesimismo Antonio Cardone, cliente de Salvatore. El tercer título "ya lo hemos ganado casi; el cuarto, espero que llegue pronto porque ya tengo 56 años", bromea.

Además del escudo del Nápoles, graba las fechas de los tres títulos sobre la piel de Antonio, que evoca también la figura de Maradona: "Para nosotros es un ídolo: primero San Gennaro y justo después Maradona", dice en referencia al santo patrón del Nápoles, objeto de una gran veneración.

En esa ciudad en la que la miseria y el paro cohabitan con la mafia, la pasión del fútbol trasciende generaciones y clases sociales: el abogado Eugenio Salzano, recién salido del tribunal, no duda en abrirse la camisa para mostrar sus tatuajes inspirados en el Nápoles.

El día del título, "ustedes se darán cuenta de lo que es hacer la fiesta en Nápoles (...) ¡Es la locura!", promete el cuadragenario, que sigue todos los partidos como abonado.

El Vesubio, cuya silueta majestuosa domina la bahía de Nápoles, también está omnipresente: "Si entra en erupción, esperamos que escupa lava tricolor" con los colores de la bandera italiana, añade riendo.

Ni siquiera la eliminación el martes en cuartos de Liga de Campeones contra el AC Milan enfría los ánimos de los 'tifosi'.

"La eliminación no cambia nada (...). Miremos hacia adelante para ganar es 'Sudetto'", confía Vincenzo Celentano, de 47 años, otro asiduo fiel al estadio Diego Maradona. "Nápoles es siempre Nápoles (...) es cada vez más bella, incluso en los momentos menos venturosos".

Análisis compartido por un chófer de taxi, barómetro infalible del sentir popular: "Tenemos 22 puntos de ventaja sobre el Milan en liga, es lo que cuenta. Es lo que demuestra que somos los mas fuertes", proclama Giuseppe de Bernardo, de 47 años.