El Inter continúa su marcha triunfal y golea a la Salernitana antes de recibir al Atleti
Memo Ochoa había intentado en los primeros minutos repetir la espléndida actuación del año pasado, cuando sus intervenciones fueron decisivas para frentar al Inter en Salerno. Esta vez, sin embargo, el poder ofensivo de los nerazzurri fue imparable, pese a que antes de la ventaja de los locales, el guardameta mexicano les había negado el gol en dos ocasiones, una de ellas al despejar instintivamente un remate de Barella, con la complicidad del larguero.
En el minuto 18, sin embargo, el partido tomó el desenlace que era previsible antes del saque inicial, con la firma de un Marcus Thuram cada vez más acertado mediante un buen remate tras una internada de Carlos Augusto por la banda izquierda. Los de Campani no pudieron reaccionar y fueron castigados dos minutos después por el capitán Lautaro Martínez, que consiguió su vigésimo gol de la temporada, confirmando su excelente momento en el presente curso.
El gol del 3-0 fue el resultado de otra transición en la que Barella se introdujo en el área contraria para rematar sin fortuna. Pero el rechace favoreció a un bien colocado Dumfries, que firmó el tercero y sentenció un partido sin historia.
De cabeza al Atlético
Tras el descanso, Simone Inzaghi decidió pensar en el partido de Liga de Campeones de la próxima semana contra el Atlético de Madrid. Tres cambios a la hora de juego y otro en el minuto 67, con Lautaro, Thuram, Mkhitaryan y Calhanoglu descansando, certificaron la rotación en marcha de un técnico consciente de que no era necesario forzar con los más habituales.
Y también consciente de que sus hombres habían adquirido ahora una confianza y un ritmo temibles, como dominadores absolutos del Scudetto. El 4-0 anotado por Arnautovic tras una asistencia de Dumfries en el minuto 91 supuso el sello definitivo.