Osimhen ilusiona al Nápoles pero Success salva al Udinese en el 92 (1-1)
Parecía que tendría que ser Victor Osimhen quien lo resolviera en Udine. En la misma portería en la que había conseguido el gol de la victoria en el tercer Scudetto del Nápoles, el 4 de mayo de 2023, el nigeriano encontró esta noche el centro del gol de la victoria para los partenopeos, que volvieron a jugar dispersos y con cierta inquietud. Lo que salvó al equipo, al que le rascaron casi despectivamente la tricolor del pecho, fue su bombardero, el último en rendirse incluso en esta desgraciada temporada, que terminó una vez más con una remontada en contra después de que se hubiera marchado con fatiga. Una señal del destino.
Y lo hizo con una de sus jugadas más eficaces: el testarazo. En el minuto seis de la segunda parte, remató con precisión un centro de Politano desde la derecha, otro de los pocos que se han salvado este año entre los azzurri. Su intervención fue seca, decisiva y dirigió el balón con la frente a la derecha de Okoye, que sólo pudo ver cómo el esférico se colaba junto al poste y acababa dentro de las mallas. Para los azzurri fue una especie de premio gordo después de una mitad en la que habían intentado tímidamente romper la defensa de los anfitriones.
Obligados a ganar para alejar el fantasma del descenso, los friulanos, por su parte, apenas habían creado estragos en la mitad de campo de los partenopeos, a pesar de que la fase de creación de los anfitriones no era la mejor para anticiparse a una pantalla. Sin embargo, tras la ventaja del rival, el equipo de Cannavaro apeló a su orgullo y comprometió seriamente en dos ocasiones a Meret, que salvó primero en una finalización desde fuera del área del recién entrado Davis y luego en un córner lanzado directamente a la portería por Samarzdic.
En la recta final del partido, el doblete de Osimhen fue anulado por un fuera de juego milimétrico, y luego fue sustituido por Simeone por cansancio. Davis fue el único que lo intentó de verdad entre los friulanos, pero apenas pudieron encontrar un hueco entre las camisetas azules, con Lobotka actuando de gran dique.
Sin embargo, un lanzamiento de falta, acabó con un barullo en el área campana del que se aprovechó Success, que finalizó con un remate de cabeza en diagonal para el empate final. Una igualada que mantiene con vida al Udinese, aún en zona de descenso. Para el Nápoles, en cambio, fue la enésima confirmación de un año para olvidar, con el objetivo de la Europa League prácticamente desvanecido.