Joselu rescata a España en el último momento y lleva a La Roja a la final ante Croacia (2-1)
Luis De la Fuente está condenado, de momento, a pasar una reválida cada vez que España dispute un partido. Tras la victoria frente a Noruega, sin Haaland, y el gran tropiezo frente a Escocia en Glasgow, el duelo ante Italia en Países Bajos se presentaba como un examen de recuperación. No había término medio: aprobado o suspenso. Fue lo primero.
Todo empezó de cara. Donarumma no estuvo muy fino en la salida de balón y Bonucci, el veterano de 36 años, menos aún. Su grave error fue penalizado por España, que presionó muy bien. Yeremi Pino, muy intenso, logró robar el balón y definió a la perfección para marcar el primero. El mundo, de repente, se llenó de felicidad para De la Fuente y los suyos.
Roberto Mancini, en el otro lado de la trinchera, no se podía explicar cómo su hombre más fiable se había pegado un tiro en el pie. A Italia le tocaba morder y remar contracorriente asumiendo más riesgos. Poco tardó en encontrar fortuna. Un centro de Zaniolo se topó con la mano extendida del debutante Le Normand. Esos son de los penaltis que ahora se pitan siempre. Inmobile no perdonó desde los 11 metros. Tocaba volver a la casilla de salida.
España, con una defensa totalmente nueva formada por dos centrales franceses (Laporte y Le Normand) y dos laterales que suman 72 años entre ambos (Navas y Alba), presentaba más fisuras de las deseables. Un balón al espacio lo aprovechó Frattesi, centrocampista del Sassuolo, para batir a Unai Simón. El VAR salvó a España gracias a un fuera de juego por centímetros, pero las sensaciones no eran buenas.
Morata lo intentó desde fuera con un gran chut en el minuto 26 pero Donnarumma respondió bien. Sin embargo, cada robo de Italia provocaba pánico en una línea defensiva muy vulnerable. La Roja quería el balón pero cada vez que la azzurra recuperaba creaba gran peligro.
España recargó pilas en el vestuario y arrancó con fuerza la segunda mitad. Donnarumma salvó un gran remate de Merino, el rechace le cayó a Morata pero, en posición forzada, no logró conectar bien su disparo. Rodri lo intentó minutos más tarde, en semichilena, tras una mala salida del portero italiano. España mostraba otra cara.
Italia sabía que tenía que reaccionar y lo hizo. Una internada de Spinazzola por la izquierda acabó en remate de Frattesi casi en el área pequeña. Unai Simón sacó a relucir sus reflejos para hacer un paradón y evitar el segundo de los italianos.
De la Fuente recurrió a los cambios para refrescar el equipo. Entraron Asensio, Canales, Fabián, Ansu Fati y Joselu. Lo propio hizo Mancini con Di Marco, Chiesa, Darmian, Cristante y Verratti.
El último de los españoles en entrar, Joselu, tocado por una varita, resolvió para España. Un chut de Rodrigo desde fuera del área provocó un doble rebote, el balón le cayó al gallego nacido en Stuttgart, que estaba en posición correcta, y no perdonó. Cuando ya se olía la prórroga, el desatascador del Espanyol salvó la papeleta y clasificó a La Roja para la final, en la que espera Modric y su ejército de guerreros croatas con ansia de gloria.
Jugador Flashscore: Rodrigo Hernández