La Francia de Mbappé cae de forma estrepitosa ante una Italia que sorprende (1-3)
Bradley Barcola (22) mostró el camino, pero fue el equipo en su conjunto el que falló. Con un estilo de juego estéril y muy poca imaginación, el debut de los Bleus fue un completo fracaso.
Italia, por el contrario, estuvo a la altura del desafío con mucho más impacto y verticalidad en la segunda parte. La inspiración de sus jugadores de ataque hizo el resto. Tras una Eurocopa decepcionante, el equipo de Luciano Spalletti comenzó su nueva era a lo grande.
Dimarco responde a Barcola
El partido arrancó con fuerza gracias a Bradley Barcola. El parisino aprovechó la presión de los galos desde el principio. La defensa italiana se vio sorprendida y el número 20 francés recogió el balón a 25 metros para desafiar a su compañero de club Gianluigi Donnarumma (25). Barcola no perdonó en el último toque y abrió el marcador a lo grande. Desde 1933, un jugador francés no marcaba tan rápido en un partido.
Los Azzurri, tras varios minutos, tuvieron su primera ocasión en un ataque posicional. El bloque francés retrocedió demasiado rápido, e iban a tener que estar atentos. Después, Les Bleus reaccionaron en forma de transiciones y Mbappé probó suerte, pero Donnarumma estuvo atento.
Los de Deschamps también sabían jugar muy arriba, pero les faltaba ritmo, culpa de una posesión demasiado lenta. Sin embargo, Michael Olise fue uno de los pocos que demostró su valía. Se mostró muy activo cuando se encontró por delante probó suerte, pero Donnarumma no se dejó sorprender.
Tras un cuarto de hora de juego, los ataques estaban equilibrados, pero Italia mostraba intenciones más claras y realmente quería hacer daño con sus ataques para empatar el partido. El problema es que les faltaba inspiración. Además, su retaguardia era frágil y los franceses aprovechaban cada ocasión para contragolpear.
A medida que pasaban los minutos, el patrón de juego seguía siendo el mismo: Poca verticalidad por ambos lados, y demasiado poco ritmo.
Justo cuando la defensa francesa no se lo esperaba, Andrea Cambiaso, jugador de la Juventus, cedió el balón a Federico Dimarco, quien al instante encontró a Sandro Tonali, que jugó de nuevo con Dimarco, que disparó con el exterior del pie izquierdo. Mike Maignan no pudo hacer nada: el gol del empate fue sublime.
Las decisiones de Spalletti dan sus frutos
En la reanudación, Spalletti tomó una decisión importante: dio salida a Lorenzo Pellegrini en favor de Giacomo Raspadori. El jugador de la Roma no tuvo ningún impacto en el partido, perdiendo cinco de los siete duelos.
Al margen de las decisiones tomadas en ataque, las instrucciones parecían haber sido desoídas, dada la intensidad mostrada por los italianos. En el otro extremo, Francia se confunció con el ritmo del partido y careció de impacto. El castigo llegó muy pronto. Davide Frattesi, ayudándose de la asistencia de Mateo Retegui desde el punto de penalti, tras una transición perfectamente ejecutada puso en ventaja a los azzurri. La defensa francesa se vio desbordada y la Nazionale se adelantó en el marcador.
Mientras tanto, Deschamps tomó la decisión de sacar a Olise y Youssouf Fofana por Ousmane Dembélé y Manu Koné. Spalletti aprovechó una interrupción del juego para sacar a su hombre en forma. Frattesi dejó su sitio a Destiny Udogie.
A pesar de los cambios, el equipo francés no encontró la solución. Dembélé aportó mucha verticalidad, pero no fue suficiente ni cambió el resultado final.
Los minutos pasaban y no ocurría nada. En un ataque directo, Udogie recibió en su banda izquierda, se adelantó con calma para centrar raso. Raspadori eligió el momento para buscar el desmarque mientras la defensa francesa se mostraba apática. El delantero del Nápoles batió a Maignan. 3-1: un jarro de agua fría para Les Bleus.
Y el último cuarto de hora no cambió nada. Los hombres de Deschamps no encontraron los medios para rebelarse. En el último tercio, Dembélé fue el hombre que más lo intentó, pero fue en vano. Habrá que estar atentos a su reacción el lunes contra Bélgica en el Groupama Stadium.