Golpe de efecto de los Mavericks: Facu Campazzo se va y Kemba Walker llega

Los Mavericks no están bien: suman cuatro derrotas consecutivas y se encuentran en la undécima posición de la Conferencia Oeste, muy lejos del objetivo que se pusieron a principios de temporada. Están llamados a jugar los playoffs e incluso a lograrlo con cierta solvencia, pero no están disfrutando de un buen primer tramo de competición. Ciero es que ni mucho menos son los únicos en una situación similar, ya que Golden State Warriors, Chicago Bulls y Miami Heat también están viviendo más penurias que alegrías.

Una de las soluciones de urgencias que parecen tener ya planteada y decidida los de Dallas pasa por el fichaje del base Kemba Walker, aunque su llegada implica una salida. Y el elegido es Facundo Campazzo, quien está teniendo un rol muy residual, aunque con dos excepciones: disputó hasta 22 minutos y 35 segundos en la derrota frente a los Rockets (92-101) y rozó los 13 (12:57) contra New Orleans Pelicans. El desenlace del envite volvió a ser similar.

Lo ocurrido en esos dos encuentros tiene poco que ver con los restantes, es decir, con la inmensa mayoría. De los 19 partidos que han jugado los Mavericks, Campazzo se ha quedado sin participar en 11 de ellos, más de la mitad. En los otros seis, siempre por debajo de los cinco minutos e incluso en uno de ellos, ante Washington Wizards (derrota por 113-105), tuvo que conformarse con jugar 11 segundos. No le dio tiempo a sudar siquiera al argentino.

Ante la falta de oportunidades, los números no pueden ser nada buenos, como es lógico. Ha anotado 10 puntos y ha repartido nueve asistencias hasta la fecha. El ex del Real Madrid se va a ir poco después de un mes de llegar y con un promedio de minutos radicalmente inferior a lo visto en los Nuggets (casi 23 en la temporada 2020/21 y 15 en la siguiente). Como indican las citadas fuentes, tendrá que buscar un nuevo equipo donde demostrar su calidad y, sobre todo, disfrutar de nuevo del balonesto.

Kemba, a por su mejor versión

Agente libre ahora después de problemas físicos que le han impedido rendir en Detroit Pistons -no ha llegado a los 20 minutos siquiera y no fue en partido oficial-, afronta la que puede ser una gran oportunidad para él. Desde el curso 2013/14 (en Charlotte Hornets) hasta la campaña 2020/21 (con Boston Celtics) promedió al menos 17 puntos por partido, una cifra que se vio reducida en la 2021/22 con los New York Knicks (11,6). La falta de ritmo, principal hándicap para un jugador sin disponibilidad continua desde el mes de febrero de este año.