En septiembre, la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) prohibió a la excampeona de Wimbledon y del Abierto de Francia jugar durante cuatro años por dos infracciones distintas de las normas antidopaje.
Halep, suspendida provisionalmente desde octubre de 2022 tras dar positivo por roxadustat en el Abierto de Estados Unidos el año pasado, dijo que apelaría la decisión de la ITIA ante el máximo tribunal del deporte.
El martes, el TAS anunció que la vista se celebraría entre el 7 y el 9 de febrero.
A la pregunta de si una apelación fallida podría significar el final de su carrera como jugadora, Halep declaró a Euronews: "Sí, porque cuatro años van a ser muchos, al menos para mi edad. Y para un atleta que ha hecho esto todos los días durante 25 años y ha dedicado su vida al tenis y al deporte no sé cómo va a ser, pero es catastrófico si van a ser cuatro años, y no sé cómo lo voy a manejar".
"Probablemente, va a ser el final de mi carrera, sí. Y por algo que no he hecho y que no es culpa mía es aún más catastrófico".
Halep dijo que espera jugar en los Juegos Olímpicos de París del año que viene si su apelación prospera.
"Sé que no hay grandes posibilidades para ello, pero sueño con ello porque París es la ciudad de mis sueños", dijo la rumana en una entrevista publicada el viernes.
"Gané Roland Garros aquí cuando era junior, así que todo empezó muy pronto, y será increíble volver a la pista, pase lo que pase. Pero sólo quiero estar en la cancha porque es donde pertenezco y siento que quiero hacerlo de nuevo."