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Venezuela en París 2024: Un ciclo olímpico para el olvido

Gender Vera
Anyelin Venegas
Anyelin VenegasAFP
Los Juegos Olímpicos de París 2024 marcaron un hito negativo en la historia deportiva de Venezuela. A pesar de las expectativas generadas por el talento de algunos atletas y el trabajo de las federaciones deportivas, la delegación venezolana regresó a casa sin ninguna medalla y siete diplomas olímpicos. Este resultado representa un duro golpe para el deporte venezolano y enciende las alarmas sobre la situación actual del alto rendimiento en el país, especialmente si tenemos en cuenta que Venezuela acudió a París con la cantidad de atletas más baja en 32 años.

La última vez que Venezuela se quedó sin medallas olímpicas fue en los Juegos de Sydney 2000. Desde entonces, el país había logrado sumar preseas en cada edición olímpica, gracias al desempeño de figuras destacadas como el esgrimista Rubén Limardo, los pesistas Keydomar Vallenilla y Julio Mayora y, más recientemente, la triple saltadora Yulimar Rojas, aunque esta última no pudo participar por lesión. Sin embargo, en París 2024, ninguna de estas figuras pudo repetir sus éxitos del pasado.

Causas del bajo rendimiento

Escasa inversión en el deporte venezolano: La falta de recursos económicos destinados al deporte de alto rendimiento ha afectado directamente la preparación de los atletas venezolanos. La escasez de instalaciones deportivas adecuadas, la falta de implementos deportivos y la precaria situación económica de muchos atletas han dificultado su preparación para competir al más alto nivel.

Problemas de gestión: La mala gestión de las federaciones deportivas y los comités olímpicos ha sido otro factor que ha perjudicado el desempeño de los atletas venezolanos. La falta de planificación y la politización del deporte han generado inestabilidad y han afectado el desarrollo de los programas de alto rendimiento.

Éxodo de talentos: En los últimos años, muchos atletas venezolanos han emigrado a otros países en busca de mejores oportunidades deportivas. Este fenómeno ha debilitado las selecciones nacionales y ha dificultado la formación de nuevas generaciones de deportistas.

Siete diplomas olímpicos

Sin pormenorizar, alcanzar un diploma olímpico ya es un logro en sí mismo, pues calificar entre los ocho mejores atletas de cualquier disciplina es una alegría y un reconocimiento internacional que no todo deportista alcanza.

La halterofilia fue la disciplina más destacada y por amplio margen con tres diplomas de la mano de Naryury Pérez, Anyelin Venegas y Keydomar Vallenilla. En lucha y taekwondo hubo diploma para Raiber Rodríguez y Yohandri Granado respectivamente, mientras Rosa Rodríguez hizo lo propio en lanzamiento de martillo.

Finalmente el equipo de esgrima masculino, en la modalidad de espada, también fue consagrado con un reconocimiento olímpico.

Delegación venezolana en la ceremonia inaugural de París 2024
Delegación venezolana en la ceremonia inaugural de París 2024AFP

Desafíos futuros

Los resultados obtenidos en París 2024 tienen importantes consecuencias para el deporte venezolano. En primer lugar, se genera una gran incertidumbre sobre el futuro del deporte de alto rendimiento en el país. Además, se pone en duda la capacidad de las federaciones deportivas y los comités olímpicos para gestionar de manera eficiente los recursos y los programas de desarrollo deportivo.

Promover el deporte base es fundamental para identificar y desarrollar nuevos talentos. La creación de escuelas de formación deportiva y la realización de eventos deportivos a nivel nacional son acciones clave para fomentar la práctica deportiva en los jóvenes.

De igual manera, fomentar la cooperación internacional puede ser de gran ayuda para el desarrollo del deporte venezolano. El intercambio de experiencias, la formación de entrenadores y la participación en eventos internacionales son acciones que pueden contribuir a mejorar el nivel competitivo de los atletas venezolanos.