La amazona, de 39 años, se convirtió en una de las estrellas de Londres 2012 tras lograr el doble oro con Valegro, entrenado por su compañero de equipo olímpico y mentor Carl Hester, que competirá en sus séptimos Juegos en Francia.
Dujardin revalidó su título individual con el mismo caballo en Río cuatro años después y ganó la plata por equipos, añadiendo dos medallas de bronce en Tokio 2021, esta vez a lomos de Gio.
Eso la llevó a seis medallas olímpicas, al nivel de la gran ciclista británica Laura Kenny, un logro que describió a AFP como un "momento wow".
Pero Dujardin no tendrá la oportunidad de superar a Kenny en París después de retirarse de los Juegos Olímpicos, citando un "error de juicio durante una sesión de entrenamiento" en un vídeo de hace cuatro años.
La Federación Internacional de Deportes Ecuestres (FEI) declaró que estaba investigando el caso tras recibir un vídeo en el que "se ve a la Sra. Dujardin incurriendo en una conducta contraria a los principios del bienestar de los caballos".
Problemas de salud mental
Dujardin, cuya madre competía en salto de obstáculos, se aficionó muy pronto a la equitación, subiéndose por primera vez a un caballo a los dos años.
Más tarde compró su primer caballo gracias a una herencia de su abuela, pero fue Hester quien la convenció para que se dedicara a la doma clásica.
Su vínculo se forjó cuando Dujardin se presentó en sus pintorescas cuadras de Gloucestershire, al suroeste de Inglaterra, en 2007.
Tras sólo 10 días, Hester le ofreció un puesto de mozo de cuadra, pero su progreso fue tal que bromeó con AFP: "He pasado de ser el jefe a trabajar para Charlotte".
La pareja se llevaba bien: Dujardin se declara "ambiciosa y con una sola mente", mientras que Hester le decía que "se calmara y no fuera tan dura consigo misma".
El éxito de Dujardin en Londres la catapultó a un primer plano del que rara vez disfrutaban los jinetes de doma clásica y dio a este deporte un perfil que llevaba años anhelando.
"He recibido correos electrónicos preguntándome cómo empezar" , explica. "Incluso hay gente que me dice que soy su héroe y llora cuando me conoce. Así que sin duda ha hecho mucho por el deporte. Después de Londres 2012 siempre me preguntaban: '¿Eres la chica del caballo bailarín? Y los hombres que se me acercan en los bares me preguntan: '¿Haces que el caballo haga eso o lo hace el caballo? Hombres que ni siquiera son aficionados a los caballos lo veían y se inspiraban en él".
Sin embargo, los altos también vinieron con bajos, como reveló en su autobiografía de 2018 'The Girl on the Dancing Horse', en la que expuso sus luchas con problemas de salud mental.
"La depresión no era algo que realmente hubiera entendido nunca", escribió, diciendo que quería "hacerse daño porque sentía tanto dolor".
Afirmó que se castigaba a sí misma dejando de comer, con lo que perdió casi 13 kilos de peso.
Tras los problemas de la gimnasta estadounidense Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Tokio, Dujardin habló con AFP sobre sus propios problemas de salud mental.
"Es duro tener éxito", dijo la estrella de la doma clásica, que también se fracturó el cráneo en 2009.
"La presión y las expectativas son difíciles de soportar. Son cosas bastante duras para tenerlas sobre los hombros todo el tiempo".
Dujardin se ha enfrentado a más desafíos, incluido el final de una relación de 13 años con su prometido Dean Golding en 2019.
"Tengo que decir que tener a la gente adecuada a tu alrededor apoyándote te hace salir adelante", dijo.
"Sólo tienes que asegurarte de que nunca llegas al punto de no volver atrás. Me refiero a poner fin a tu carrera, no a otra cosa, y a que sientas que ya no puedes hacerlo más. Pero con la gente adecuada puede ayudar a evitarlo".
Ella se apoyará en esas mismas personas cuando intente recuperarse de otro punto bajo en su carrera.