La efectividad de Osasuna triunfa en el frenesí del Pizjuán (2-3)
Hay equipos que no hacen demasiado ruído, no copan horas de televisión, pero da gusto verles jugar. Bien trabajados, bien ordenados, sin estridencias pero con las ideas muy claras de lo que pueden hacer, porque son capaces, y de lo que no pueden ni atreverse. Se llama Osasuna, un conjunto de autor que lleva la firma de Jagoba Arrasate. Y a partir de ahí, es como una mosca satélite a la que parece fácil quitarse de en medio... nada más lejos de la realidad. Le puedes golpear una y otra vez, pero volverá a molestar. Y eso puso de los nervios al Sevilla.
Los de Sampaoli salieron con tres centrales y Navas y Bryan Gil como carrileros, pensando más en atacar que en defender. Se encontró con lo contrario. Los navarros presionaron muy bien, recuperando en campo rival muchos balones y metiendo en problemas a los de Sampaoli.
Bono, el milagroso
Sólo una vez pudieron soltarse en ataque en los primeros instantes los locales, con un disparo de Lamela que desvió bien Aitor. A partir de ahí, los rojillos fueron los que hicieron a Bono ganarse el sueldo. Y qué salario tiene que tener el meta marroquí. Ya había salvado un remate en su área de David García que no valía por fuera de juego. Después vendría la picada de Moncayola a bocajarro que sacó con la yema de los dedos y unos reflejos de balonmano. Pero el tercer milagro ya no lo pudo conseguir.
Ese córner que cedió con su paradón lo remató David 'Aerolíneas' García en el segundo palo para transformarlo en el 0-1. Imposible de parar y merecido para Osasuna que marcó poco después un segundo tanto, obra de Kike Barja tras jugadón de Aimar Oroz y asistencia de Moncayola. Para su desgracia, y después de dos minutos de VAR, el árbitro anuló el 0-2 por una uña más adelantada del rematador.
No se vinieron abajo a pesar de la decepción. El propio Barja tuvo en sus botas el gol en una contra en la que pecó de chupón con Kike García esperando el pase para empujarlo a la red. Luego tendría la ocasión este de resarcirse, primero con un derechazo de primeras que sacó Bono con una estirada monumental. Después, con un disparo cruzado que se le fue porque la mera presencia del marroquí le hizo cambiar el tiro.
Suso y Acuña, al césped
Sabiéndose perdonado por el rival, Sampaoli quiso aprovechar la vida extra que le dio el 0-1 corrigiendo su sistema y metiendo a Suso y a Acuña en el campo. Dos minutos después del descanso, a punto estuvo de recoger frutos. En-Nesyri entró como un camión sin frenos para rematar a un metro de la portería, pero Aitor, bien colocado, emuló a Bono con sus milagros.
Osasuna, en bloque bajo, no se encontraba demasiado incómodo. Las llegadas hispalenses, en cascada, carecían de mordiente. A pesar de ello, defender tan cerca de tu propia meta tiene sus riesgos, especialmente cuando Gudelj está en el campo. El serbio tiene un cañón en su derecha y cuando caza un balón, da igual la distancia, la violencia con la que le pega y el efecto que le da al balón lo convierten en un misil indetectable. Aitor ni vio el disparo. Qué golazo para poner el 1-1. Protestaron los navarros una falta a Barja en el inicio de la acción, pero no vieron nada punible en el VAR.
De héroe a villano
Con el empate, todo era felicidad en los sevillistas. Pero quedaban cosas por pasar, algunas impensables, como lo que hizo Bono en un despeje de puños fácil que midió mal, tocó mordido el balón, rebotó en la espalda de Fernando... y se metió a cámara lenta en la portería. Grosero error del héroe y vuelta a empezar con el 1-2.
Los nervionenses reaccionaron con coraje. Aitor le negó el gol a Suso, pero lo que hizo En-Nesyri fue más propio de Messi que de él. El delantero arrancó en el centro del campo con potencia y velocidad, se quitó de en medio a sus rivales con un taconazo en carrera de clase y con el exterior clavó la pelota en la red. Un golazo a una velocidad supersónica. Una belleza el 2-2.
Entre marroquíes anduvo el juego
Sacó rápido el Sevilla, querían el tercero. Pero ese ansia les jugó una mala pasada, le desequilibró. Y Osasuna, la mosca satélite de la que hablábamos, la que siempre vuelve por muchos manotazos que le pegues, lo aprovechó. Sacó Aitor en largo, peinó Ibáñez y se quedó Abde en el mano a mano con Bono. No tuvo piedad el extremo con su compatriota y firmó el 2-3.
Luego Aitor volvería a actuar en lo que mejor sabe hacer, despejar balones. Le sacó un zurdazo a Alex Telles que bien podría haber sido el 3-3. Fue la última de los locales, que acabaron muy nerviosos, enfrentados al colegiado y con Fernando, que ya estaba en el banquillo, expulsado. El descenso vuelve a ser una amenaza para ellos.
Jugador Flashscore del partido: Aitor Fernández (Osasuna).
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