La puerta de los Juegos de París 2024, ¿entreabierta para los atletas rusos y bielorrusos?

¿Cuándo se sabrá si rusos y bielorrusos pueden estar en los Juegos Olímpicos de 2024?

El COI, que había "recomendado" a finales de febrero de 2022 la exclusión de rusos y bielorrusos de las competiciones internacionales debido a la invasión de Ucrania, cambió el rumbo a principios de diciembre al expresar su intención de "explorar las vías" para hacerles regresar al deporte mundial.

Un mes más tarde, la instancia parecía apostar por un regreso bajo bandera neutral siempre que "no hayan activamente apoyado la guerra en Ucrania", lo que desató una oleada de reacciones y la petición de "aclaraciones" por parte de una treintena de países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Suecia o Polonia.

De aquí a la ceremonia de apertura, el 26 de julio de 2024, la situación puede mantenerse incierta durante mucho tiempo, estimaba recientemente en declaraciones a la AFP Jean-Loup Chappelet, especialista sobre Olimpismo en la Universidad de Lausana (Suiza).

El COI está todavía en fase de "consultas detalladas" con los protagonistas olímpicos -federaciones internacionales, comités olímpicos nacionales, representantes de los deportistas-. No se ha fijado ningún plazo para la decisión, recordaba el COI a finales de febrero.

¿Quién lo decidirá?

Los organizadores franceses remiten al COI y la instancia olímpica con sede en Lausana repite que las federaciones internacionales siguen siendo "las únicas autoridades" que gestionan sus competiciones, lo que deja al mundo deportivo en una cierta perplejidad.

El pasado viernes, la Federación Internacional de Esgrima (FIE) decidió la reintegración de los deportistas rusos y bielorrusos a sus competiciones, aunque "con la reserva de eventuales recomendaciones/decisiones futuras del COI".

El propio COI dijo "tomar nota" de la decisión de la FIE y que "continúan" las consultas para "una toma de decisión democrática".

"Es todo un proceso", explica Jean-Loup Chappelet. "El COI confía en las FI (federaciones internacionales) el cuidado de seleccionar a los deportistas individuales, de verificar que los criterios de no apoyo a la guerra se cumplen", un asunto que resulta delicado.

Pero por otra parte, continúa este especialista, "el COI envía tradicionalmente sus invitaciones a los comités olímpicos nacionales un año antes de los Juegos" y deberá manifestarse entonces ante el Comité Olímpico Ruso, "aunque puede retrasarlo o contemporizar".

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha pedido directamente a su homólogo francés, Emmanuel Macron, el veto a los rusos, sin respuesta por ahora por parte del Elíseo. El tema no está por ahora sobre la mesa en el debate público francés, marcado en este momento por la reforma del sistema de pensiones, pero en el reciente Mundial de Catar-2022 el propio Macron dijo que "no hay que politizar el deporte".

¿Por qué es difícil la decisión?

Si bien la invasión de Ucrania por parte de Rusia suscita un impacto mundial, sus consecuencias para los deportistas extranjeros resultan "un dilema real", obligando al mundo olímpico "a un juego de equilibrio", señala Jean-Loup Chappelet.

Por una parte está la presión moral y también política: ¿cómo admitir a los rusos cuando los deportistas ucranianos, movilizados para defender a su país o refugiados en el extranjero tienen pocas opciones de figurar en los Juegos, o cuando la presencia rusa podría suscitar una enorme hostilidad hacia el evento o incluso la decisión de un boicot?

Pero por otra parte, "legalmente el principio de no discriminación" de los deportistas en función de su pasaporte "figura en la Carta Olímpica", recuerda Chappelet.

Thomas Bach, el presidente alemán del COI, es abogado: "Sabe que si los rusos van ante el Tribunal Arbitral del Deporte, el COI se arriesga a perder", estima Chappelet.

¿La presencia de rusos y bielorrusos puede perturbar los Juegos Olímpicos de 2024?

Si por ahora parece muy delimitado geográficamente, "el riesgo de boicot" por Polonia y los países bálticos "es indudable" y representaría la primera protesta de este tipo desde los boicots cruzados de los Juegos Olímpicos de Moscú-1980 y de Los Angeles-1984 en plena guerra fría, estima Chappelet.

Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia, que habían decidido en 2022 un "boicot diplomático" de los Juegos de Invierno de Pekín-2022 por acusaciones de genocidio de los uigures por parte del poder chino, no han amenazado por el momento con ningún gesto similar.

"Es un poco pronto y es algo que todavía no está en el radar", cree Chappelet. "Pero hay que ver cómo los patrocinadores y los medios van a posicionarse en los próximos meses", dijo.