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La renovación del Cholo, el gran dilema que pasa por las oficinas del Metropolitano

Rafael Gómez
Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid
Diego Simeone, entrenador del Atlético de MadridProfimedia
El entrenador argentino termina contrato con el cuadro colchonero en el 2024. En un princpio, el club plantea la renovación. Sin embargo, la caída al último puesto del grupo en la Champion supuso un cambio de rumbo en los objetivos

Come, reza y ama es una película que evidencia la dificultad de una ruptura. Una relación que no volverá a ser lo que era. Un sentimiento perdido.

La protagonista lucha contra sus propios demonios y pretende encontrar en viajes, en nuevas culturas y en diferentes continentes la paz que se ausentó de su matrimonio. 

India, Italia, Indonesia. Ninguno de los tres países fue suficiente para evitar la dolorosa conclusión: Nada es igual. Así, como en el álbum de Luis Miguel, Julia Roberts, que encarna el papel de Elizabeth Gilbert, corre, peca y en lugar de amar se destruye a sí misma para después regresar a su centro y comprender a las patadas que la idea no salío como ella lo esperaba.

El Atlético de Madrid busca, al igual que Julia Roberts, una palabra que es recóndita y compleja para los seres humanos y, en especial, para los clubes de fútbol: el equilibrio. No. Ya no se añoran títulos. Trofeos. Al menos en la temporada 2022-2023. 

Es noviembre, y el club, en lugar de descansar en el podio de LaLiga, es tercero. Tiene más de ocho puntos de diferencia con el Real Madrid. Quedó eliminado de la Champions. No clasificó si quiera a la Europa League. Una debacle. En definitiva. 

¿Tiempo de un cambio?

La lucha del Atlético contra sus demonios encara una situación que no se vivía -o no se había vivido- en el Metropolitano. Por primera vez en una década, los aficionados -una importante fracción-, pide a gritos un cambio de rumbo. 

El equipo disfruta de una nómina amplia. Presenta un ataque fulgorante. Joao Félix, Álvaro Morata, Angel Correa, Matheus Cunha. Sobran nombres, pero hace falta un esquema. Una idea. Un punto que evidencie coherencia, gallardía. Esas virtudes atléticas que iluminaron a LaLiga a lo largo de los últimos años. 

En Come, reza, ama, Julia Roberts recorre medio mundo para encontrarse con un elemento que prefirió evitar por un año lleno de aventuras: la realidad. 

Por ahora, el Atlético sigue en esa búsqueda de paz interior. La investigación llevó al club a dos finales de Champions en donde estuvo a minutos de consagrar el hito del equilibrio. El Real Madrid, ese antagonista perfecto, evitó aquellos logros y creó una -o más heridas- que su contendiente aún no ha cerrado.

En otras ocasiones no fue el equipo merengue el lastre colchonero -los desastres no siempre son culpa del club blanco-. Las decisiones individuales afectaron cursos de una temporada. Los malos fichajes. El conformismo reemplazó a la meritocracia que instauró Simeone en la plantilla.

El entrenador perdonó incluso una deslealtad de De Paul, que prefirió irse a Los Ángeles para acompañar a su pareja sentimental a un evento musical en lugar de encarar la temporada. En otras épocas, De Paul ya no haría parte de la nómina colchonera. 

Al final, como en todo bestseller, Come Reza y ama sustenta un argumento que el ser humeno evita. Huir de los problemas, no será una solución. La realidad no desaparecerá por obra y arte de magia. Ahí estará. Esperando el momento más cruel para exhibirse y generar un rosario de dudas, de miedos. 

Tarde o temprano, el Atlético se enfrentará a esa realidad. ¿Dolerá?. Posiblemente, así como en la película de Ryan Murphy. La decisión pasa por tenues vertientes y necesitará, a corto o largo plazo, un dictamen final. Ni es lo mismo, ni es igual. Julia Roberts lo entendió. ¿Lo entenderá el Atlético también?