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Lahm acusa a Catar de tener mala imagen en derechos humanos y no irá al Mundial

Lahm acusa a Catar de tener mala imagen en derechos humanos y no irá al Mundial
Lahm acusa a Catar de tener mala imagen en derechos humanos y no irá al MundialAFP
Figura de la organización de la Eurocopa 2024 en Alemania, la leyenda Philippe Lahm ha mantenido la franqueza sobre la que se cimentó su carisma como jugador y capitán germano, posicionándose de manera clara contra el Mundial de Catar 2022.

"Los derechos humanos deberían tener un rol importante en la atribución de torneos. Cuando un país obtiene la organización, mientras que sobre ese punto tiene mala imagen, nos preguntamos sobre qué criterios se ha decidido. No debería volver a pasar en el futuro", expresó Lahm.

En pocas frases, durante una entrevista concedida a la revista quincenal alemana Kicker a principios de agosto, Lahm demostró no haber perdido la franqueza, incluso en su función de responsable del comité de organización de la Eurocopa 2024, que ocupa desde septiembre de 2018.

En la diana de estas declaraciones está Catar y la atribución de la Copa del Mundo de fútbol al pequeño emirato del Golfo. "Los derechos humanos, la sostenibilidad, el tamaño del país... Todo eso aparentemente no ha tenido peso" en la decisión de la FIFA en diciembre de 2010, añadió.

"Prefiero seguir el torneo desde mi casa", dijo en la misma entrevista, precisando que iría a Doha únicamente si sus funciones como director de la Eurocopa 2024 lo exigían.

Esta franqueza al hablar forma parte de la imagen de Lahm. En 2011, con 27 años, durante el lanzamiento de su primer libro "Una diferencia sutil", no dudó en deslizar críticas hacia sus antiguos entrenadores como Rudi Voller, Jurgen Klinsmann, Louis van Gaal y Felix Magath.

- Como Beckenbauer y Platini -

Una salida de tono que le valió una llamada de atención del seleccionador Joachim Low, también mencionado en el libro. Pero el conflicto no fue demasiado lejos y no perdió su brazalete de capitán, que portaba desde el Mundial 2010 tras tomar el relevo de Michael Ballack.

El muniqués construyó su credibilidad en el Bayern a lo largo de una carrera "a la antigua" dedicada a un solo club, el gigante bávaro, desde la temprana edad de los once años, con una cesión de dos años al Stuggart como única "infidelidad" en su larga carrera en Baviera.

Después de 22 años de pasión, 15 de ellos como profesional, abandonó el club con un palmarés extraordinario: ocho títulos de campeón de Alemania, seis copas y una Liga de Campeones (2013), conseguida después de dos finales perdidas (2010 y 2012).

Futbolista de baja estatura (1,70 m) y capaz de jugar como defensor derecho, izquierdo e incluso como centrocampista bajo las órdenes de Pep Guardiola durante su paso por el banquillo del Bayern, Lahm se convirtió también en un pilar de la selección alemana.

El abanderado de la generación dorada de Thomas Muller, Bastian Schweinsteiger, Toni Kroos y Miroslav Klose, acumuló buenos resultados en grandes torneos antes de levantar por fin la Copa del Mundo en 2014 en Brasil.

Su fútbol, no excesivamente vistoso pero siempre satisfactorio, no era su único valor. Sus palabras como capitán, calmadas pero firmes, siempre eran escuchadas. Su determinación y carisma tenían un gran peso en el vestuario.

"Es uno de los jugadores más inteligentes a los que he entrenado en mi vida", decía Guardiola cuando el jugador alemán se retiró, añadiendo: "Espero que esté implicado en el fútbol lo antes posible. Este tipo de persona es indispensable para el fútbol".

El deseo del entrenador español fue rápidamente cumplido y Lahm sigue los pasos de Franz Beckenbauer o Michel Platini, otros jugadores carismáticos que continuaron sus carreras organizando un gran torneo, para aprovechar el aura y energía que le rodea.