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Las dualidades conforman la predecible lista de Luis Enrique para Catar 2022

Rafael Gómez
Las dualidades conforman la predecible lista de Luis Enrique para Catar 2022
Las dualidades conforman la predecible lista de Luis Enrique para Catar 2022AFP
El entrenador ejerce modificaciones en la delantera. Pocos cambios para la plantilla de 26 hombres que lucharán por la competición de Oriente Próximo. Sergio Ramos, David De Gea, Kepa e Iago Aspas, los grandes ausentes de la convocatoria

Predecible. Esa es la palabra que define a la perfección la lista de 26 convocados. Luis Enrique, en lugar de generar modificaciones inecesarias, apostó por los suyos. Por los hombres que conoce. Por los que llevaron a España a una semifinal de Eurocopa y a la final de la Liga de Naciones en menos de dos años. 

El entrenador avisó al término de la última fecha de la Nations League que la lista no tendría grandes cambios. Cumplió. En líneas generales, la delantera es la única fracción del conjunto que sufrió alteraciones. El aterrizaje de Ansu Fati (19) y de Nico Williams (20) sorprendió al público. 

Dualidades

Fati pasó por dos temporadas complejas. El extremo tuvo que remitirse al quirófano en varias oportunidades. Desde que se lesionó el menisco de su rodilla en un partido contra el Real Madrid en el 2021 no volvió a ser el mismo. Poco a poco retoma su ritmo. Luis Enrique confía en él. 

Williams, en contraste, disfruta de un gran momento. El jugador es fundamental en el once del Athletic. Junto con su hermano Iñaki lidera el frente de ataque de los dirigidos por Ernesto Valverde. Además, realizó una gran intervensión en el choque entre Portugal y España, que definió el clasificado a la semifinal de la Nations League. 

La dualidad que reflejan Fati y Williams es habitual en otros espacios de la estructura. En la defensa, por ejemplo, Carvajal (30) y Laporte (28) tienen minutos en sus equipos. El lateral es indiscutible en la plantilla de Carlo Ancelotti. El central, por su lado, alterna en el once del Manchester City. 

Jordi Alba (33) y Eric García (21) son la otra cara de la moneda. El ex jugador del Valencia es el tercer lateral izquierdo del Barcelona. Xavi buscó su salida en verano. El Inter estuvo muy cerca de llevarselo en condición de préstamo. Alba prefirió quedarse y, al menos en el Barça, no encuentra los minutos esperados. 

García es cuestionado. El central aparece en la foto de los goles constantemente. Ante el Inter, cometió un error que derivó en un tanto de los neroazurros. Contra el Madrid, entregó mal un cabezazo que terminó en el gol de Valverde. 

Juventud y experiencia

Además de las dualidades, otro contraste que presenta la selección española es el encuentro de la juventud con la experiencia. La plantilla presenta una mezcla. La trayectoria y los nuevos talentos conforman a un equipo que pretende resarcir las malas experiencias acumuladas en Rusia y en Brasil. En Catar, con un solo sobreviviente de aquella generación dorada -Sergio Busquets (34)-, la roja busca su segunda Copa del Mundo. 

César Azpilicueta (33) y Pau Torres (25). Busquets y Pedri (19). Morata (30) y Ferran (22). La nómina de España es un conjunto sólido que creó un ADN a lo largo de los últimos años. El juego no cambia. Los nombres pueden variar. Ahora, a diferencia de otras épocas, la roja puede afirmar que tiene presente y futuro. Una nueva transición no será tan dura. 

La lista, en resumen, es lo que debería ser. El entrenador es inteligente. En lugar de traer a viejas vacas sagradas que, con certeza, habrían generado inconvenientes, Luis Enrique prefiere a aquellos soldados que le acompañaron en las buenas y en las malas. 

España está tranquila. Dividia. Como siempre. No se puede tener feliz a 47 millones de personas a la vez. La tarea de un entrenador no es hacer sentir alegre a una sociedad. Para eso surgen los políticos. El trabajo de un seleccionador es simple: primero, clasificar. Segundo, completar el objetivo planteado.

¿Cuál será el objetivo de España?. Con la nómina, la semifinal es, quizás, un punto de quiebre justo para una generación en crecimiento, llena de dualidades e imperfecciones. Esa es la selección de Luis Enrique, como él mismo sostuvo el viernes. Una generación que, lejos de aquella época dorada, busca nuevas sensaciones y pretende, en sí, recobrar la memoria de un equipo golpeado en los dos últimos mundiales.