La sequía que arrastra la capital chilena desde hace más de una década mermó la caída de nieve y acortó cada vez más las temporadas invernales de los centros de esquí capitalinos: La Parva, Farellones, Valle Nevado y El Colorado.
Sin embargo, el 2024 marcó un renacer para estos recintos. Las copiosas lluvias caídas en mayo y junio permitieron que la cordillera alrededor de Santiago se cubriera con más de dos metros de nieve y llevaron a los centros de esquí a abrir casi 50 días antes de la fecha estimada.
Si en 2023 la temporada partió el 5 de julio en La Parca, este año comenzó el 31 de mayo.
"Es una de las mejores temporadas en 10 años", destaca Víctor González, gerente de marketing de La Parva, a unos 40 km del centro de Santiago y a 2.800 metros de altitud.
"Este año, de acuerdo a la cantidad de nieve que nosotros recibimos en el mes de mayo, estamos proyectando una temporada de unos 100 días o 120 días", asegura Felipe Gómez, subgerente de este centro de esquí.
La apertura temprana ha permitido la llegada de un gran número de turistas.
Sólo la zona de Farellones ha recibido hasta ahora 170.000 visitantes, en su mayoría brasileños, y se espera la llegada de otros 80.000. En Valle Nevado, que en una buena temporada recibe a 90.000, ya consiguió el 60% de esa cuota, con todavía dos meses por delante.
Ronei Ferreira, un aficionado brasileño de 40 años, visitó otros centros de esquí en Argentina, pero en Santiago hay "más nieve, es más alto y es muy lindo para mirar", comenta a la AFP.
En 2023, Mountain Capital Partners (MCP), una compañía norteamericana que opera centros de esquí en Estados Unidos desde hace 20 años, adquirió Valle Nevado y este año compró La Parva.