La inhabilitación de dos años que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAD) impuso a Pedro Rocha (82), presidente de la RFEF, podría quedarse en suspenso si prospera el recurso presentado por este.
El TAD consideró probado que Rocha, como responsable de la gestora que se hizo cargo de la Federación Española tras la salida de Luis Rubiales, se excedió en su cometido al cesar al secretario general, Andreu Camps, y al responsable jurídico, Tomás González Cueto.
Una vez valorados sus informes, y tras la medida de gracia concedida por la disputa de la Eurocopa, se le comunicó su sanción al nuevo mandamás federativo, que ya había ganado las elecciones previas.
Ahora, con la acción de Rocha de pedir la suspensión cautelar de ese castigo, habrá que ver si se paraliza todo, siempre y cuando la Justicia acepte este recurso. De hacerlo, podría seguir ejerciendo como presidente de la Española hasta que no haya una sentencia definitiva.