Provocador, díscolo, inteligente, travieso, sarcástico, atrevido, ingenioso... Gerard Piqué siempre ha sido un jugador diferente porque no se ha limitado únicamente a darle patadas al balón. Es probable que con 20 años no se vislumbrara que podía llegar a ser presidente del Barcelona, pero ahora pocos dudan de que algún día lo será. Él mismo lo deja claro en el vídeo publicado (15 millones de reproducciones en Twitter) para decir que cuelga del botas: promete que volverá y mira directamente hacia el palco del Camp Nou.
El central del conjunto azulgrana, que disputará este sábado su último partido en el Camp Nou (contra el Almería), siempre ha ido un paso más allá. Sus salidas de tono contra el Real Madrid, en un contexto de muchísima crispación entre ambos clubes, provocó que recibiera pitos cuando jugaba con la selección. Cada vez que recibía el balón, parte del público le hacía ver que no era bienvenido. También fue penalizado por reconocer que estaba de acuerdo con la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
Su primer título, en la Premier
Lo tenía todo para triunfar en el Barcelona, pero tuvo que emigrar en busca de una oportunidad. Y no como cedido, sino vía traspaso. Poco antes se había ido Cesc Fabregas al Arsenal y esta vez era Gerard Piqué quien se marchaba al Manchester United. Era muy joven entonces y no tenía ninguna experiencia en el fútbol de élite, de modo que afrontaba -al menos a corto plazo- un reto mayúsculo para intentar convencer a Sir Alex Ferguson de que podía sumar minutos de calidad.
Ni siquiera llegó a debutar en Premier durante su primera temporada en Old Trafford, aunque sí gozó de 25 minutos en Champions League frente al Fenerbahçe. Además, completó un encuentro de FA Cup y se tuvo que conformar con jugar un rato en la EFL Cup (23'). Allí tenía que competir, ni más ni menos, que con Ferdinand, Brown o Heinze, mucho más experimentados que él. En el siguiente curso ya sí pudo estrenarse en el torneo liguero, pero sumó siete durante toda la campaña 2005/06.
Dada la falta de oportunidades, se decidió que saliera cedido y el destino elegido fue Zaragoza, donde tuvo un papel mucho más protagonista e incluso le marcó un gol al Barcelona. Desde allí vio cómo sus compañeros celebraban el título de la Premier League varios años después, aunque al año siguiente pudo ser parte de aquella historia. Eso sí, con un rol otra vez secundario y muy lejos de ser titular. En la temporada 2008/09 volvió a casa, de la que ahora se despide... al menos como jugador.
Piqué, historia en el Barça y en España
Ha formado parte de la época más gloriosa de su club y de la selección, así como también ha tenido la suerte de coincidir con jugadores de un talento abismal (como Xavi, Iniesta y Puyol), pero siempre ha sido un factor principal en estos éxitos. El Barcelona dio sensación de ser un equipo invencible, una potencia envidiada por toda Europa; la Roja protagonizó un dominio pocas veces visto, sobre todo a nivel de juego, e incluso ganó su última final (4-0 contra Italia) casi antes de jugarla.
Piqué, un habitual en las categorías inferiores de la selección, llegó a los 102 partidos con la absoluta y decidió poner fin a su etapa como internacional antes de que alguien pudiera hacerlo por él. Aunque estaba en la prelista para Catar, el catalán parecía tener pocas opciones de cara a incrementar dicha cifra. También tuvo la oportunidad de celebrar cinco goles, aunque puede presumir de sumar una Eurocopa y un Mundial, algo que muy pocos futbolistas pueden decir.
Pero en el Barça fue igual o mejor. Hasta parte del curso anterior y especialmente este último, el zaguero ha sido una pieza indiscutible para todos los entrenadores. Su buena capacidad para leer el juego, su fantástica salida de balón y ese dominio del juego áereo han sido tres virtudes fundamentales de cara a casi no verlo sentado en el banquillo. Además, ha tenido pocas lesiones y eso le ha permitido disputar cerca de 400 partidos en LaLiga, 75 en Copa del Rey y más de un centenar a nivel europeo.
A nivel de clubes, en lo que a títulos se refiere, destacan los dos sextetes para el recuerdo: el primero con Pep Guardiola y el segundo con Luis Enrique. La Champions llegó a ser una competición fetiche para el Barça, una realidad muy diferente a la actual, y a nivel nacional fueron muy pocos años sin ganar nada. Prueba de ello es que tiene en sus vitrinas seis Supercopas de España, siete Copas del Rey y ocho títulos ligueros. Además, se suman tres Mundiales de Clubes.
Enémigo principal del madridismo
Los pitos en el Santiago Bernabéu han sido "sinfonía" para Piqué, quien no ha tenido ningún problema en dejar caer que en el palco de dicho estadio se mueven "los hilos del país". Tampoco tuvo reparos en afirmar que la gran mayoría de árbitros españoles son madridistas y, varios años antes, que Álvaro Arbeloa era algo así como un "cono-cido". El cantante Kevin Roldan, protagonista en un cumpleaños de Cristiano Ronaldo, se coló también en la celebración de un título del Barcelona. "Contigo empezó todo", dijo el todavía jugador del cuadro blaugrana.
Uno de los grandes recuerdos de Gerard es aquel 5-0 en el Camp Nou contra el eterno rival, una manita a la que él mismo dio forma con su gesto para que todas las cámaras pudieran recoger esa toma. Tampoco celebró menos el 2-6 en la capital, ya que fue él quien se encargó de marcar el último gol de su equipo, lo que supuso una gran humillación para el vigente campeón de Europa. Lo cierto es que Piqué ha sabido aprovechar y disfrutar esos buenos momentos, con más o menos gracia para según quién, y también ha sido un perfecto aliado para los medios deportivos por el sinfín de titulares que ha dado.
Un futuro ilusionante
Son muchos los futbolistas que no saben cómo afrontar su retirada o que incluso esta les pasa por encima porque la esperaban más tarde, ya sea por un pobre rendimiento en el césped o por una lesión grave que llega con una avanzada edad. Recientemente dijo Filipe Luis en El Larguero (SER), aquejado de un problema físico en el último partido disputado, que temía lo peor y que hubiese colgado las botas si se hubiese confirmado que tenía el cruzado roto, por ejemplo. Pero nada tiene que ver con la situación de Piqué, que se marcha en noviembre pese a estar en forma -muy lejos de sus mejores tiempos, por supuesto-.
Propietario de la empresa Kosmos, un conglomerado que gestiona la Copa Davis e hizo de intermediaria para enviar la Supercopa de España a Arabia Saudí -a cambio de una millonaria comisión-, el catalán afronta un futuro de lo más ambicioso fuera de los terrenos de juego. Entre otros vínculos, es socio del conocidísimo Ibai Llanos, con el que ha organizado eventos de gran repercusión (como el Mundial de Globos), y es también el propietario del Andorra -a través de la sociedad citada-, que actualmente compite en Segunda. ¿Presidirá el Barça en un futuro? Son varias las señales que apuntan en esa dirección, desde luego.