El conjunto masculino quedó segundo en su serie gracias a una marca de 1:20.60, lo que le hizo llegar casi a la misma vez que Alemania en una prueba con al menos dos carreras de forma simultánea. Y es que el tercer clasificado, Australia, llegó a la línea sin apenas opciones de luchar por algo más.
De esta forma, el grupo que lidera el mencionado Craviotto, que busca la sexta medalla en cinco Juegos Olímpicos, evita la ronda preliminar y se cuela directamente en la antesala de la final. No se esperaba menos de un elenco de deportistas que aspira a subirse a lo más alto del podio.
No le fue nada mal tampoco al plantel femenino, que acabó sólo por detrás de Nueva Zelanda y podrá guardar fuerzas de cara a la lucha por las medallas. El premio era especialmente atractivo para ellas, avanzar ni más ni menos que a la gran final, y han podido alcanzarlo gracias a un sobresaliente papel (1:32.92).
Ouzande, Fernández, García y Portela llegaron a meta con cierto margen respecto a Polonia, tercera, e incluso pugnaron con las de Oceanía hasta última hora por la posición más privilegiada. Lejos, Noruega y Serbia, sobre todo esta última, que estuvo al menos un escalón por detrás que sus rivales.
Además, las duplas Joan Antoni Moreno-Diego Domínguez, Antia Jácome-María Corbera (ambas de C2 500) y Carlos Arévalo-Rodrigo Germade (K2 500) también acceden a semis tras quedar todas ellas a un paso de la cabeza, al contrario que Marcus Cooper-Adrián del Río (tercera en K2 500) y Sara Ouzande-Carolina García (quintas en K2 500).
Sara Ouzande y Carolina García K2 K00