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Qué pegada del Madrid: Vinicius asiste a Modric y Lucas, y Valverde revienta la red (3-1)

Valverde y Lucas Vázquez, dos de los goleadores del Real Madrid ante el Sevilla.
Valverde y Lucas Vázquez, dos de los goleadores del Real Madrid ante el Sevilla.AFP
El Real Madrid sumó una nueva victoria en LaLiga, esta vez ante el Sevilla (3-1), gracias a una pegada monumental. Modric, asistido por Vinicius, inauguró el marcador en el minuto 5. Igualó Lamela tras la reanudación, pero Lucas, otra vez con regalo de Vini, y Valverde, qué cañonazo el suyo, sentenciaron el triunfo para mantener una jornada más el liderato.

La intensa lluvia que caía desde el cielo de Madrid cuando comenzó el partido era el vivo reflejo del vendaval que recibía un Sevilla que nada podía hacer para resguardarse de un eléctrico Real que quería solventar por la vía rápida. Los de Ancelotti salieron al Bernabéu como si no hubiera un mañana. Con Rodrygo por el fatigado Benzema y con Courtois ya bajo palos, combinaron una presión altísima con una velocidad supersónica para plantarse una y otra vez ante Bono. A los cinco minutos ya recogieron sus primeros frutos. Vinicius robó un balón a Montiel, se internó en el área y paró el tiempo para esperar la llegada de Modric en el segundo palo. El croata sólo tuvo que empujarla suavemente para abrir el marcador. Qué clase la de Vini. 

Olía a paliza porque el Sevilla tardó otros 10 minutos más en comparecer. Fue cuando Lamela, de falso 9, se coló en el área pequeña para, iluso de él, rematar un centro. Carvajal tuvo que emplearse a fondo, pero evitó el peligro. Apenas llegaría un par de veces más el cuadro de Sampaoli en toda la primera parte. Una falta de Rakitic a la barrera y una volea de Jesús Navas desde su antigua posición de extremo que atajó sin dificultades el mejor portero del mundo, Courtois

En cambio, el Madrid se encontraba a gusto. Cuando no quería esforzarse demasiado, retrocedía unos metros a sabiendas de la falta de creatividad hispalense. Ni con Isco, recibido con indiferencia y aplaudido en su despedida, ni con Óliver Torres, los sevillistas fueron capaces de generar juego. Lo que aprovechaban los blancos para robar y atacar al ritmo del séptimo de caballería. 

Por ahí pudieron sentenciar, pero Modric, primero, y Vinicius, después, erraron en sus decisiones. El croata recibió de Rodrygo en la frontal, recortó pero tardó un mundo en armar la zurda. Y el brasileño, qué pesadilla para Montiel, se aprovechó de una asistencia de Valverde de espaldas para plantarse ante Bono. Tenía ángulo para el disparo con el meta marroquí a media salida, pero eligió regatearle para anotar a puerta vacía y Montiel le robó la cartera, el móvil y las llaves. 

Hay vida aún, pensaron Sampaoli y sus pupilos marchándose al descanso con un solo gol de desventaja. 

Del susto con Lamela... al éxtasis con Valverde

No es la primera vez, y puede que no sea la última. Cuando la superioridad ha sido tanta, uno se puede creer por encima del bien y del mal. A Vinicius también le ocurre. Salió confiado en extremo cuando Montiel, al que había amargado la primera mitad, le presionó en una cómoda conducción en banda. El lateral no sólo se llevó el balón sino que asistió a Lamela para que se quedase solo ante Courtois. El sutil toque de zurda con el exterior superó la salida del gigante belga para transformar una ocasión de oro en un gol inesperado. 

Ese tanto exasperó al Madrid, que no se lo creía. Perdió el balón, se desajustó defensivamente y el Sevilla creció, encontró espacios para correr y se gustó más y más. Apareció el caos, donde los de Ancelotti se suelen encontrar como en un parque de atracciones, pero los que disfrutaban de verdad eran los otros. 

La entrada de Camavinga, con Kroos pasando al pivote, equilibró de nuevo a los blancos, que volvieron a acercarse a Bono. Pudo marcar Vinicius tras un pase de tacón de Rodrygo, qué genialidad. Pero se quedó sin ángulo mientras el portero chocaba su cabeza con la pierna de su compañero Carmona. Susto doble, pero sólo susto al fin y al cabo. Aún no es Halloween… o sí. 

Porque apenas dos minutos después, tras un triple cambio -Rudiger, Asensio y Lucas Vázquez-, el Madrid mató al enemigo. Robo de balón de Rodrygo, toque de apoyo a Valverde, pase a Asensio, asistencia al hueco a Vinicius y, delante de Bono, cesión a Lucas para que empuje el balón a la red. Cuatro pases y un golazo. Y sin tiempo para pestañear, en la siguiente acción, Valverde quiso apuntarse el suyo. Desde la frontal, armando su cañón, soltó un latigazo que todavía sigue buscando Bono. Hasta las redes de la portería lloraron de dolor ante la fuerza del derechazo del uruguayo. Tremendo el zapatazo. Y tremenda la victoria, incluso con el Madrid sufriendo un poco para mantener el liderato.

 

Jugador Flashscore del Real Madrid-Sevilla: Vinicius.

 

Todos los datos y resumen del partido, en flashscore.es