Los campeones del mundo sudafricanos inician una gira triunfal por su país
Con las medallas de oro colgadas del cuello, los jugadores llegaron a la sede del gobierno en la capital a bordo de un autobús descapotado color amarillo y verde, y allí fueron recibidos por el presidente del país.
"El sábado, abandonasteis el terreno de la victoria para entrar en la leyenda", les felicitó Ramaphosa, quien esta semana decretó que el 15 de diciembre sea festivo para conmemorar su gesta, sellada el pasado fin de semana en la final en Saint-Denis, en la periferia de París, ante Nueva Zelanda (12-11).
"Habéis hecho subir la moral de la nación al completo y nos habéis colmado de orgullo. Habéis unido al pueblo sudafricano", añadió.
Desde la mañana, las calles de Pretoria se hallaban repletas de espectadores llegados para ver de cerca a sus héroes, que lograron el cuarto título mundial en la historia del país, un récord.
El rugby es uno de los deportes más populares en el país más meridional del continente africano.
"Nosotros somos de orígenes muy diversos, como vosotros. Y queríamos demostrar de la diversidad es nuestra fuerza", proclamó Siya Kolisi, primer capitán negro de los Springboks, quien dedicó el triunfo al "pueblo de Sudáfrica".
Esta victoria "nos recordó que incluso ante nuestros numerosos retos, siempre hay un lugar para el optimismo y la esperanza", afirmó Ramaphosa, en referencia a una situación económica y social compleja, en medio de un paro endémico y de desigualdades cada vez más acentuadas.
Los Springboks tienen como próximas paradas de su gira Johannesburgo y Soweto, antes de llegar a Cabo Verde el viernes, Durban el sábado y East London el domingo.