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Los All Blacks buscan en Sam Cane la calma en los momentos decisivos

Cane en el entrenamiento
Cane en el entrenamientoReuters
Si la historia sirve de algo, Nueva Zelanda aplastará a Argentina en la segunda ronda del Rugby Championship en Eden Park el sábado y vengará su derrota por 38-30 del fin de semana pasado.

Después de sus derrotas anteriores ante los Pumas, en Sydney en 2020 y Christchurch en 2022, los All Blacks respondieron ferozmente con victorias por 38-0 y 53-3 sobre los argentinos en los partidos de vuelta.

Sin embargo, el entrenador Scott Robertson no se arriesga para el choque del sábado en Auckland, y el jueves incorporó a su equipo al excapitán Sam Cane como delantero suelto en el banquillo.

"Experiencia", respondió de inmediato cuando los periodistas le preguntaron qué aportaría al equipo el flanker de 32 años.

"Tiene mucha experiencia y la capacidad de jugar en un par de posiciones, y sabe lo que son estos grandes partidos de prueba", argumentó.

"Su influencia en el grupo, su pequeña aportación sólo en el momento de la información clave, la forma en que se entrega. Su tono es bastante especial, así que hay otra oportunidad para él con la camiseta negra", agregó.

Los All Blacks perdieron una gran cantidad de experiencia cuando la ronda habitual de retiradas y salidas para contratos lucrativos en el extranjero llegó al final de la Copa del Mundo del año pasado.

Tres de los 10 neozelandeses con más internacionalidades ya no estaban a disposición de Robertson cuando asumió el cargo de seleccionador para esta temporada.

Sam Whitelock (153 internacionalidades) y Brodie Retallick (109) fueron la sala de máquinas de la segunda línea durante más de una década, mientras que el scrumhalf Aaron Smith (125) y el flyhalf Richie Mo'unga (56) habían conducido a los All Blacks por el parque en dos Copas del Mundo.

Cane se unirá a ellos para poner fin a su carrera en los tests al final de la temporada, pero se ha ofrecido a Robertson para lo que queda de año.

Si no vuelve a jugar con su país, el sábado también ofrecerá a Cane la oportunidad de poner fin a su carrera con un partido que no sea la final de la Copa del Mundo del año pasado en París, donde fue expulsado en la derrota de los All Blacks contra Sudáfrica.

Robertson admitió que había existido una falta de calma en su equipo al final del choque de la semana pasada, cuando los Pumas anotaron 10 puntos a cero en los últimos 11 minutos para hacerse con la victoria.

"Sí, creo que la calma es algo que Sam tiene en su juego", dijo Robertson. "Grandes mensajes en el momento justo".