Rune parecía condenado a la derrota de antemano al enfrentarse al número 5 del mundo, el griego Tsitsipas, en la final del torneo sueco, disputado en superficie dura. Pero ya en el tercer juego le rompió el servicio a su rival y en el siguiente lo mantuvo en blanco para dejarle las cosas claras al primer cabeza de serie.
Siempre serio en su juego, sin cometer errores no forzados, el danés no dio opciones, ni siquiera una bola de break, para mantener la ventaja y llevarse el primer set por 6-4 después de 40 minutos de juego.
En el segundo, el guión fue exactamente el mismo. Después del 1-1, con servicio de Tsitsipas, Rune remontó un 40-0 para terminar llevándose, con cinco puntos consecutivos, el juego y ponerse 1-2. Fue clave para minar la moral del heleno y para hacerse fuerte.
Con seguir jugando sus servicios con seguridad, el triunfo podía ser suyo. Tuvo más dificultades el nórdico que en el anterior parcial, pero también pudo sentenciar cuando pudo romper el saque en los siguientes dos juegos restando. Se mantuvo concentrado hasta llegar al 5-4 y poder, con el primer punto de partido, ganar la final de Estocolmo por un doble 6-4.
Todos los detalles del partido, en flashscore.es