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Sanz y Nieto triunfan en Burdeos, donde Triay y Fernández se consagran

Daniel Núñez
Los cuatro ganadores, radiantes.
Los cuatro ganadores, radiantes.Premier Padel
El torneo ha estado marcado por la ausencia de las principales parejas del circuito, que ponen el foco en el esperadísimo 'Major' de Roma.

Jon Sanz y Coki Nieto tenían una oportunidad única en Burdeos. Así lo entendían también otras duplas que acostumbran a estar a la sombra de las más grandes (Fede Chingotto-Ale Galán, Franco Stupaczuk-Martín Di Nenno, Juan Lebrón-Paquito Navarro y, por supuesto, Arturo Coello-Agustín Tapia), véase el caso de Juan Tello y el experimentado Fernando Belasteguín, que está disfrutando de su última temporada en la élite y tratará de retirarse con un título bajo el brazo.

Pero el argentino tendrá que seguir esperando porque los honores en la ciudad francesa son para Sanz y Nieto, que frenaron a Cardona y Bergamini en una ajustada semifinal (6-7/4-7, 6-2 y 6-2). Y en el duelo decisivo, que a priori se presentaba algo más complicado, vencieron por la vía rápida a los malagueños Álex Ruiz y Momo González (6-1 y 6-4). Este título les permite estrenar sus respectivos palmareses en el circuito profesional.

En la categoría femenina, Claudia Fernández y Gemma Triay, que triunfaron en Santiago de Chile hace algo más de una semana, tenían el camino bastante despejado sin las número uno -Paula Josemaría y Ari Sánchez- ni las Superpibas -Delfi Brea y Bea González-. La paleña, además, tampoco estará en la capital italiana, por lo que el número de favoritas se reduce a dos; la bonaerense sí jugará con una aliada de circunstancias (Alba Gallardo).

Fernández y Triay eran las grandes candidatas al oro y cumplieron con los pronósticos. En semis se encontraron con Sainz y Llaguno, que apenas pusieron trabas (6-3 y 6-2), y en el partido por la gloria se vieron las caras con Virseda y Ortega, que pelearon de forma incansable e hicieron méritos para disputar un tercer set que nunca llegó (doble 7-5). El morbo estaba servido por la separación de la menorquina y la madrileña, que rompieron en febrero de este año.