Soldados heridos y huérfanos gozan de la ayuda del Shakhtar Donetsk
El club, que inscribió su nombre en la élite del fútbol europeo al conquistar en 2009 la Europa League, cuenta con una fundación denominada Shakhtar Social que se ha hecho esencial desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.
Como ejemplo, sufragó los gastos para que cinco soldados heridos de gravedad pudiesen acudir a curarse a Israel, a Estados Unidos y a España, con un coste de 100.000 euros por soldado.
"No se pueden imaginar la gravedad de sus heridas", indica el presidente del club Sergey Palkin en una entrevista telefónica con la AFP. "Dos están paralizados y los otros sufren lesiones catastróficas luego de la explosión de un misil".
"Es muy difícil controlar las emociones cuando los vemos y queremos ofrecerles la oportunidad de llevar una vida normal gracias a los cuidados muy sofisticados ofrecidos por esos hospitales", indica. "Sus familias no pueden asumir los gastos y el gobierno no tiene la capacidad de proporcionar la ayuda necesaria así que nosotros nos ocupamos de ellos".
Los niños también han sufrido sobremanera los estragos de la guerra. Además de los fallecidos, están los huérfanos y los que fueron llevados por la fuerza a Rusia.
"Nosotros nos ocupamos de 31 niños que perdieron a sus padres debido al conflicto y los ubicamos en 17 hogares", precisa Palkin. "Financiamos el coste de su subsistencia, tratamientos médicos, les damos iPads y tratamos de normalizar la situación en el plano psicológico porque esos niños han estado traumatizados por la pérdida de sus padres".
El defensor internacional del Shakhtar Ivan Petryak sabe bien lo que representa la pérdida de un miembro de su familia. Su suegro perdió la vida en los combates en la región del Donbás en mayo de 2022.
"Los chicos que estaban con él le vieron morir", cuenta a la AFP. "Para nuestra familia es la peor de las situaciones porque no podemos encontrar su cuerpo y no podemos enterrarlo para despedirnos de él".
'Un poco un circo'
El Shakhtar, que no juega en Donetsk desde la guerra del Donbás en 2014 y que ahora disputa sus partidos de casa en Leópolis después de haber dejado Kiev el año anterior, se ocupa además de "más de 2.000 refugiados del este de Ucrania", precisó su presidente.
"Les damos alimento, cuidados, incluidos los psicológicos, y les ayudamos a reflexionar sobre lo que podrán hacer en el futuro", añadió.
"Muchos de ellos han perdido casas, apartamentos, pasaportes y papeles personales", añade el presidente del club.
Petryak, por su parte, no concibe un escenario en el que pudiera jugar en el futuro contra un club ruso. "Ellos son como zombis", dice sobre los jugadores rusos y el apoyo que aportan al presidente ruso Vladimir Putin.
También se muestra afectado por la actitud del presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach, quien abrió la puerta a una posible participación de los deportistas rusos y bielorrusos en los próximos Juegos Olímpicos de París-2024. "Bach se equivoca por completo. Cada día matan a nuestros hijos, nuestros ciudadanos, nuestros deportistas".
"¿Más de 200 deportistas fueron asesinados y quiere que Rusia y Bielorrusia puedan participar en los Juegos? ¿Pero cómo es posible? Es impensable. Para mí es un poco un circo".
Petryak comprende por qué muchos jugadores extranjeros han sido cedidos a otros clubes después del inicio de la guerra. Pero está orgulloso de que a pesar de la pérdida de numeroso jóvenes talentos brasileños, el Shakthar pudo terminar tercero de su grupo en Liga de Campeones y jugar los octavos de final de la Europa League.
"No critico a los que optaron por ir a luchar pero creemos que cuanto mejor juguemos, más dinero podemos enviar al ejército y a otros deportistas. Nosotros somos como una gran familia", proclama.