En poco más de dos horas, sin ceder un set y sólo sufriendo en el segundo, que se decidió en el tie break, el tenista murciano, número 3 del mundo, derrotó a su oponente griego por 6-3, 7-6 y 6-4. 

Dio muy buenas sensaciones Alcaraz, ya recuperado de su lesión en el antebrazo derecho y cada vez más cómodo sobre la tierra batida, llegando a todas las bolas demostrando un gran estado físico y, sobre todo, golpeando con fuerza para sacar de pista, y de quicio también, a la pareja de Paula Badosa. 

Tsitsipas, muy motivado, empezó sacando pero perdió su servicio y se quedó tan frío que Carlitos consolidó la ruptura en blanco. A partir de ahí, sólo necesitaba aguantar su saque para llevarse el primer set, pero lo cerró rompiendo otra vez el servicio de su oponente. 

En el segundo parecía todo encarrilado con un 3-0 y luego con 4-2 y saque. Pero ahí el griego reaccionó al resto y logró equilibrar el duelo, que terminó llegando a la muerte súbita, donde Alcaraz recuperó su sobriedad para llevárselo por 7-3. 

Fue la clave de la victoria. Aún quedaba una tercera manga por ganar, pero el del Palmar no la iba a desaprovechar. Esperó su momento, que llegó en el séptimo juego, para ponerse otra vez en ventaja con 4-3, sumar otro juego más sirviendo y esperar de nuevo su saque para citarse en la semifinal contra Jannik Sinner en el duelo generacional del nuevo tenis.

Carlitos iguala así el resultado alcanzado el año pasado, cuando cayó eliminado en cuatro sets contra el a la postre futuro campeón Novak Djokovic.