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Carlos Moyà: "Cuando Rafa Nadal entra a pista es un animal competitivo"

César Suárez
Carlos Moyà, junto a Rafa Nadal
Carlos Moyà, junto a Rafa NadalProfimedia
La estancia en Kuwait de Rafa Nadal, donde ha intentado adaptarse al clima que se encontrará en Brisbane, lugar de su reaparición, ya ha concluido. Su entrenador, Carlos Moyà, le ha acompañado estos días y ha valorado el estado en el que se encuentra su pupilo a dos semanas de volver a las pistas.

Lo ha hecho en una entrevista a los medios de la ATP, donde ha desvelado que la operación a la que fue sometido el tenista manacorí fue más complicada de lo que se preveía. 

"Una vez abrieron y vieron lo que había, era más delicado de lo que se pensaba en un principio. Mira que se hizo pruebas y resonancias… parece que no se vio bien lo que tenía y el tiempo de recuperación ha sido más largo de lo esperado", ha comentado Moyà.

Pero aún lo hubiera sido más si no llega a pasar por el quirófano. "Si no se llega a operar, era aún más complicado que se recuperase. Él siempre tuvo claro que deseaba volver y quería que su despedida fuera en la pista". 

Nadal necesitaba quitarse de en medio, liberarse de presión y comenzó la rehabilitación marchándose de vacaciones. Fue a finales de agosto cuando empezaron a entrenar de modo "muy suave", sin riesgos, aumentando progresivamente la carga y la intensidad. "A veces teníamos que dar un paso atrás, descansar un poco, ralentizar, pero es todo el proceso que conlleva una lesión de esta seriedad, y a estas alturas de su carrera en la que ya no tiene 20 años". 

Rafa Nadal
Rafa NadalProfimedia

Dudas sobre su regreso

En este prolongado tiempo, con sus altos y bajos, Carlos Moyà sí ha temido por que Rafa Nadal no pudiera volver. "Entrar al quirófano es el último clavo ardiendo al que te agarras. Sabiendo esos riesgos, lo ha intentado porque era la única manera que tenía si quería volver. Y cuando llevamos un mes y medio o dos jugando, y vemos que la progresión es muy lenta… no sabes si es más lenta de lo esperado o no porque es la primera vez que estábamos en una situación así. Pero sí ves que tienes tus dudas, y en la cabeza del jugador también hay dudas: ¿responderá el cuerpo? ¿Será capaz de aguantar las cargas? Hay muchas preguntas que van surgiendo. No ha sido un camino de rosas, ni mucho menos".

Ahí es donde ha entrado también el trabajo mental, el apoyo anímico y el tratar a un deportista profesional como lo que primero es, una persona. "Hemos tratado de apoyar, mirando por su bienestar y confianza. Ha sido una cuestión de encontrar el equilibrio entre lo que aprietas y aflojas. Hemos sido conscientes de que había que ir con cuidado. Con él siempre es fácil trabajar de cara al respeto que siente por todos nosotros. Creo que eso es muy importante, pero evidentemente ha habido días muy duros y difíciles".

Nadal celebra un punto
Nadal celebra un puntoAFP

Pero la recompensa a tanto esfuerzo y sacrificio está cerca a pesar de esos momentos tan duros. "La vida útil de un deportista de élite tiene su fecha de caducidad, y él se va acercando a ella. Uno nunca es consciente de cuándo es ese momento. Y creo que en ese aspecto todos hemos tenido nuestras dudas de que pudiera llegar a ir a Australia, y él era el primero. He tenido la sensación de que podía ser el final, sin tener la opción de volver a jugar. Ha sido el momento más complicado que he vivido con él". 

Un regreso sin presión por ganar... ¿o no?

Cuando alguien que lo ha ganado todo, como es el caso de Nadal, vuelve a competir es muy difícil reducir su carácter ganador, adaptarse a las nuevas circunstancias. Rafa ya ha dicho que no sabe si aprenderá a no exigirse tanto como lo ha hecho durante su carrera. Y Moyà es consciente de ello. "Por mucho que se lo intentamos meter en la cabeza y hacérselo ver, él cuando entra a pista es un animal competitivo. Gran parte de mi trabajo y del equipo ha sido pararle en cuanto a carga de entrenamiento, horas de trabajo, intensidad".

Habrá que ver una vez que vuelva a competir si es posible frenar a ese ganador que lleva dentro. Lo bueno es que, al menos, lo puede intentar.