"El calendario de la ATP es demasiado exigente". Está claro que esta frasecita de Carlos Alcaraz no se ha sacado de contexto. ¿Está ya cansado el español? Entrevistado por el medio argentino Olé Tenis antes del torneo de Buenos Aires, en febrero, el español afirmó que "también tiene mucho que ver con la salud de los deportistas, que tienen que jugar al máximo nivel durante tanto tiempo, torneo tras torneo. Creo que eso hay que cambiarlo" , pero se apresuró a añadir: "No sé si hay solución".
Una frase que sería perfectamente comprensible si el balear no estuviera jugando esta tarde una exhibición contra Rafael Nadal. A pocos días del inicio de la primera gira estadounidense de la temporada, y por tanto de dos torneos Masters 1000 consecutivos, el número 2 del mundo entra en escena. Algunos argumentarán que Las Vegas está cerca de Indian Wells, por lo que no hay mucha diferencia. Si no cambia nada, ¿por qué demonios iba a hacer esta exhibición?
A primera vista, la respuesta es obvia: dinero. Porque para este partido de exhibición encargado por Netflix, es seguro que los dos tenistas no viajarán gratis. Todos salen ganando: la plataforma de streaming, que se llenará los bolsillos con un evento tan exclusivo (posiblemente el último enfrentamiento entre ambos), los espectadores, que se sentirán atraídos por los grandes nombres, y los jugadores, que ofrecen clases particulares para la ocasión... a 150.000 dólares cada una.
Dudas físicas
Nadal tuvo casi una temporada en blanco en 2023, jugando sólo el Open de Australia, que está al final de su carrera, que 2024 es probablemente su última temporada, que la empezó con otra lesión más durante la gira australiana y que no se le ha vuelto a ver desde entonces. En cuanto a Alcaraz, acaba de abandonar en Río la semana pasada, tras torcerse el tobillo en su debut. ¿Están los dos jugadores en plenitud de facultades y ofrecerán un espectáculo de calidad?
Aunque las exhibiciones no son nada nuevo en el tenis, nunca se juegan ante millones de telespectadores. Esto podría tener consecuencias. Es una bendición para los servicios tipo Netflix: un partido en el que sabes la hora de comienzo y de finalización, sin necesidad de esperar para ver el partido que quieres, mínimo riesgo, máxima rentabilidad. Pero, ¿qué pasa si Nadal sufre una lesión grave y no puede reanudar su carrera después? ¿Su último partido habrá sido una gira publicitaria?
Él no necesita eso, y Alcaraz tampoco. Son dos jugadores ricos y poderosos, pero como todos los deportistas de nuestro tiempo, quieren dominar todo lo que les rodea. Como en el caso del LIV Golf, no debemos permitir que surjan circuitos competidores menos densos y más lucrativos que lleven a ciertas estrellas a la disidencia, o corremos el riesgo de ensombrecer la Era Abierta del tenis. Una era que ha visto tantos grandes momentos, y sin la cual los dos españoles no serían lo que son hoy.
