Djokovic tumba a Dimitrov y conquista su séptimo Masters 1000 de París
Novak Djokovic (36) volvió a demostrar que sus límites son desconocidos. Tras conquistar el US Open y cumplir también en la Copa Davis durante el mes de septiembre, aterrizó en Francia con el objetivo de seguir ampliando su leyenda. Derrotó de forma contundente a Tomás Martín Etcheverry (6-3 y 6-2) y sufrió mucho más ante Tallon Griekspoor (4-6, 7-6/7-2 y 6-4), Holger Rune (7-5, 6-7/3-7 y 6-4) y Andrey Rublev (5-7, 7-6/7-5 y 7-5).
Este domingo tenía enfrente a un jugador al que había vencido en once de los doce enfrentamientos directos, un dato que reforzaba su favoritismo. Y llegaba a la cita con una racha de 17 victorias consecutivas (no pierde desde la final de Wimbledon ante Carlos Alcaraz). Todo estaba a su favor, pero si algo ha demostrado Grigor Dimitrov, en una dinámica muy positiva durante el presente año, es solvencia y fiabilidad.
El pulso parecía estar muy equilibrado, pero todo cambió en el séptimo juego, cuando el serbio aprovechó la primera bola de break que se le presentó. Máxima efectividad por parte de un tenista que necesita muy poco para desequilibrar la balanza. El búlgaro sabía que tenía que alcanzar o rozar la perfección y encaró el segundo set tras haber cometido siete errores no forzados, una cifra algo abultada en comparación a la de su oponente (dos).
Dimitrov, consciente de que la situación era adversa, trató de mantenerse sólido para apretar a Djokovic, que si algo tiene es templanza y poso ante contextos de tanta trascendencia. El guion fue similar al que se vio unos minutos atrás: rotura de saque casi accidental y nueva ventaja en el marcador (3-2). El 17º de la clasificación mundial, que estaba contra las cuerdas y sólo podía apelar a la épica, sucumbió por 6-3 tras algo más de una hora y media.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.