En una jornada en la cual todas las miradas apuntan hacia Rafa Nadal por su anuncio, Carlos Alcaraz aspiraba a conseguir el billete a las semifinales del Másters de Shanghái. Antes, Jannik Sinner había hecho los deberes con una magistral actuación frente a Daniil Medvedev, por lo que ya esperaba al español... o a Tomas Machac. Este último se quedó a un paso del duelo decisivo en Tokio días atrás y venía de vencer a Alejandro Davidovich, a Aleksandar Vukic y a Tommy Paul.
A lo largo de la manga inaugural, ninguno de los dos pudo firmar el ansiado break, y eso que el murciano tuvo dos buenas oportunidades para lograrlo. Eran acciones que estaban llamadas a ser decisivas y, muy probablemente, hubieran evitado el desempate al que se llegó tras una hora de juego. Sorprendentemente, el checo se erigió dominador e incluso disfrutó de una favorable renta de 2-5 en ese miniencuentro, aunque el parcial definitivo fue de 6-7/5-7.
Alcaraz volvió a estar en una situación muy delicada en el segundo set, ya con escaso margen de error. El 1-3 incluía tintes dramáticos, pero la frustración dejó paso a la lucidez tras hacer buena la octava bola de quiebre. Así, y después de un error no forzado de Machac, rompió también una barrera casi mental en el duelo. Pese a que el contexto seguía siendo muy peliagudo, había equilibrio en el marcador otra vez.
Desde el último giro de guion, ambos fueron capaces de defender sus respectivos servicios con holgura y sin apenas sufrimiento. Hasta que todo volvió a cambiar en el tramo final, lo que dejó el triunfo de Tomas a sólo un paso. El jugador de El Palmar, en una situación crítica y desesperada, no pudo forzar el tiebreak (5-7) y dijo adiós a sus opciones de conquistar el título -como sí hizo la semana pasada en el Abierto de China-.