En una frenética sucesión de sorpresas, el español y el serbio se derrumbaron las noches del jueves y del viernes en Nueva York frente a Botic van de Zandschulp (74 de la ATP) y Alexei Popyrin (28), respectivamente.
Sin Djokovic y Alcaraz, los dos últimos campeones, el ruso Daniil Medvedev es el único tenista en competencia que ha alzado el trofeo en Flushing Meadows, en 2021.
Los focos y la presión, sin embargo, se centran en el número uno de la ATP, Jannik Sinner, consolidado este año como la estrella que debe acompañar a Alcaraz en el relevo del 'Big 3' (Djokovic, Federer, Nadal).
Decidido a evitar sobresaltos, Sinner desplegó el viernes lo mejor de su tenis para arrollar al australiano Christopher McConnell (87) por 6-1, 6-4 y 6-2.
Ante la mirada de aprobación de Serena Williams en la grada, Sinner zanjó el choque en menos de dos horas con una autoritaria actuación al servicio (15 'aces' por 5 de McConnell) y sin conceder una sola oportunidad de quiebre.
Las derrotas de Djokovic y Alcaraz "demuestran que este deporte es imprevisible", apuntó Sinner. "Siempre que bajas un poco tu nivel, ya sea mental, tenístico o físico, tiene un impacto enorme en el resultado".
La eclosión de Sinner este año, en el que ganó su primer Grand Slam en el Abierto de Australia, tiene como reverso el escándalo recientemente revelado del doble positivo que dio en marzo por clostebol, del que fue absuelto por determinarse que la contaminación fue involuntaria.
Medvedev, fuera de los focos
Sinner afrontará en octavos su primer gran examen del torneo ante el estadounidense Tommy Paul, número 14 del mundo, que el sábado tuvo que emplearse a fondo para deshacerse de la promesa canadiense Gabriel Diallo por 6-7 (5/7), 6-3, 6-1 y 7-6 (7/3).
Medvedev, de su lado, se medía en el último partido nocturno ante el italiano Flavio Cobolli (31).
El ruso, que este año ha venido avanzando por el cuadro discretamente, y Sinner chocarían en unos eventuales cuartos de final de alto voltaje. Ambos son los únicos jugadores en pie con un título de Grand Slam en su palmarés.
El otro lado del cuadro está completamente abierto para tenistas que quieren conseguir ese estatus, entre los que hay varios que ya han pisado finales grandes, como Casper Ruud y Alexander Zverev.
Entre tanto, el neerlandés Botic van de Zandschulp, el verdugo de Alcaraz, bajó el sábado a la tierra y sucumbió ante el británico Jack Draper en tres sets.
Swiatek, en la segunda semana
A diferencia de los hombres, las tres principales candidatas a la corona femenina siguen en carrera.
La estadounidense Coco Gauff, vigente campeona, y la bielorrusa Aryna Sabalenka sacaron el viernes su boleto a octavos y a ellas se les unió el sábado la número uno mundial, Iga Swiatek.
La estrella polaca hizo un alarde de velocidad y concentración para despachar a la experimentada Anastasia Pavlyuchenkova por 6-4 y 6-2.
La polaca se medirá ahora con otra jugadora rusa, Liudmila Samsonova (16º del ranking mundial), en un recorrido en el que está confirmando su candidatura tras su inesperada eliminación del año pasado en octavos.
"No es que mi tenis sea perfecto", advirtió Swiatek. "Soy número uno y he ganado este torneo pero tengo que trabajar en muchas cosas".
Otra exjefa del circuito, la danesa Caroline Wozniacki, selló también su pase derrotando a la francesa Jessika Ponchet (6-3 y 6-2) y bromeando luego con la ausencia en la grada de su amiga Serena Williams.
"Estoy bastante enfadada con ella por no aparecer en mi partido. Vi que estaba viendo a Tommy (Paul). Tendremos que hablar de eso más tarde", dijo la danesa con una sonrisa.
El US Open es el torneo en el que Wozniacki está brillando más desde que en 2023 salió de un retiro de tres años y medio, en el que dio a luz a dos hijos.
Uno de los cruces más atractivos de octavos lo protagonizarán la italiana Jasmine Paolini y la checa Karolína Muchova.
Paolini, subcampeona este año de Roland Garros y Wimbledon, venció el sábado a la kazaja Yulia Putintseva (6-3 y 6-4) mientras Muchova, semifinalista del pasado US Open, apeó a la rusa Anastasia Potapova (6-4 y 6-2).
En la pista central la estadounidense Jessica Pegula, sexta sembrada del torneo, batió por 6-3 y 6-3 a la española Jessica Bouzas, que dejó a Paula Badosa como la última raqueta española con vida en Nueva York.