Los chilenos Tabilo y Jarry dicen adiós al US Open tras caer en sus estrenos
La salida de Alejandro Tabilo y Nicolás Jarry, que no ha ganado un partido desde que fue subcampeón del Masters 1000 de Roma en mayo, dejó a Chile sin sus dos raquetas en el último Grand Slam de la temporada.
El primero, número 21 de la ATP, fue el primero en caer ante el belga David Goffin (78º) por 7-6/9-7, 6-1 y 7-5 en la pista 11 de Flushing Meadows (Nueva York).
Tabilo, que este año ganó sus dos primeros títulos de ATP (Mallorca y Auckland), sigue sin superar su barrera de la segunda ronda en el US Open y cierra el año con sólo dos victorias en un torneo grande (Wimbledon).
En una calurosa mañana neoyorquina, Alejandro tuvo un buen arranque de partido con una temprana rotura de servicio que le permitió adelantarse 1-4 en el primer set.
Aunque Goffin le devolvió el quiebre, el tenista nacido en Toronto (Canadá) estuvo 2-4 por delante en el tiebreak antes de dejar escapar de nuevo la ventaja.
Con un set a favor, el belga explotó su superioridad al servicio (15 aces) para evitar la reacción de su oponente.
Tabilo tuvo un amago de rebelión en la tercera manga, cuando logró dos quiebres que lo colocaron 3-5 y con servicio a favor.
El chileno volvió a mostrarse errático en los momentos clave, con tres errores no forzados seguidos, y David escapó de la situación encadenando cuatro juegos seguidos con los que cantó victoria tras dos horas y 21 minutos.
Una nueva decepción
En la noche, Jarry, número 26 de la ATP, se estrelló frente al australiano Christopher O'Connell (87º) por 6-4, 6-3, 4-6 y 6-3 en dos horas y 53 minutos de juego en la pista 13.
El jugador de Santiago, de 28 años, no consigue levantar cabeza desde su brillante recorrido en el Masters 1000 de Roma, donde sólo cedió en la final frente al alemán Alexander Zverev.
Ese triunfo en arcilla debía revestirlo de confianza para Roland Garros, pero en París fue sorprendido en primera ronda por el local Corentin Moutet.
A este tropiezo le siguieron otras eliminaciones en los debuts de Wimbledon, los Juegos Olímpicos de París y los Masters 1000 de Canadá y Cincinnati.
Pese al apoyo de un nutrido grupo de compatriotas, Nicolás desplegó un tenis precipitado con hasta 54 errores no forzados (por 26 de O'Connell) que lo condenaron a otro adiós prematuro.