La regla de oro de que nunca hay que descartar a Djokovic sigue siendo válida, pero después de que él, Rafa Nadal y Roger Federer hubieran ganado al menos un título de Grand Slam entre los tres cada temporada desde 2003, este año no han ganado ninguno.
Sinner se proclamó campeón del US Open el domingo, tras su gran triunfo en el Abierto de Australia en enero, mientras que Alcaraz ganó el Abierto de Francia y Wimbledon, siendo la primera vez desde 1993 que un hombre de 23 años o menos arrasa en los Grand Slams.
"Es un poco diferente, sin duda. Es algo nuevo, pero también agradable de ver", dijo Sinner, que superó la distracción de una polémica por dopaje para ayudar a inaugurar una nueva era.
"Es agradable ver nuevos campeones. Es bonito ver nuevas rivalidades. Creo que es bueno para el deporte tener nuevos campeones".
El extraordinario dominio de los tres grandes les llevó a ganar 66 de los 81 torneos del Grand Slam, desde el primer título de Federer en Wimbledon en 2003 hasta el 24º de Djokovic en Flushing Meadows el año pasado.
Con Federer retirado y Nadal mermado por las lesiones, Djokovic frenó en solitario a la generación más joven en 2023 al ganar tres de los cuatro majors y terminar como número uno del año por octava vez, todo un récord.
Este año, la campaña de Djokovic en los Grand Slam ha sido mediocre para sus elevados estándares, comenzando con una derrota en semifinales ante Sinner en Melbourne Park y continuando con una retirada forzada por lesión en los cuartos de final de Roland Garros.
Aplastado por Alcaraz en la final de Wimbledon, sufrió una dura derrota ante Alexei Popyrin en la tercera ronda del US Open y se quedó fuera de los majors por primera vez desde su temporada 2017, plagada de lesiones.
Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de París realizó un esfuerzo milagroso para evitar a rivales mucho más jóvenes, incluido Alcaraz en la final, y hacerse con la medalla de oro que llevaba tanto tiempo codiciando.
"Desde una perspectiva más amplia, por supuesto, tengo que estar contento", declaró Djokovic tras su eliminación en el US Open.
"Es difícil ver la gran perspectiva ahora mismo. Sólo estás enfadado y disgustado por haber perdido y por cómo has jugado. Pero mañana será un nuevo día. Obviamente pensaré qué hacer a continuación".
Tras cumplir 37 años en mayo, Djokovic ya ha superado la edad en la que cualquier hombre ha ganado un título de Grand Slam y terminar la temporada en lo más alto de la clasificación parece una tarea imposible en el ocaso de su carrera.
Djokovic es noveno en la carrera hacia el final de la temporada en Turín -la clasificación separada del año hasta la fecha que sirve de vara de medir para la batalla por el número uno- y es poco probable que gane mucho terreno en la gira asiática que comienza este mes.
Un objetivo más importante para un hombre que siempre ha tenido un gran respeto por la historia del deporte podría ser ganar su 25º Grand Slam para superar el récord de Margaret Court.
En ningún lugar es más probable que eso ocurra que en el Abierto de Australia de enero, donde Djokovic ha levantado el trofeo un récord de 10 veces en 19 participaciones.
"Nunca hay que descartarle", declaró a Eurosport John McEnroe, siete veces campeón de un major.
Esta sería la primera vez en la que se podría decir con cierta seriedad que empiezas a preguntarte si va a ganar (un major) de nuevo".
"Estoy seguro de que me sorprenderá. Si no gana, sería como 'wow, ganó tres de los cuatro el año pasado y ahora estamos diciendo que nunca lo volverá a ganar'.
"Y luego me sorprendería en cierto modo que lo hiciera, por su edad. En algún momento, eso te afecta y pierdes un poco ese factor miedo con algunos de los chicos".