AFP Sport repasa cinco cosas que hay que saber sobre la checa, que suma ya dos títulos de Grand Slam.
De Legoland al país de los sueños
Cuando Barbora Krejcikova no juega al tenis, construye modelos de Lego.
En su repertorio están la Vía Láctea y Dobby, un personaje del mundo de Harry Potter.
"En realidad tengo muchos. Sí, incluso recibí algunos de mi equipo aquí", dice.
Espera poder montar algún día una versión en Lego del Centre Court de Wimbledon.
"Si hay uno para mí, lo haré", asegura.
Manos amigas
En julio del año pasado, la tenista de 2028 separó sus caminos respecto al que era su preparador, Ales Kartus, que la ayudó a conquistar el Abierto de Francia en 2021. Desde entonces, no ha tenido un entrenador a tiempo completo, pero está trabajando con Pavel Motl, que es dos años más joven (26).
Fueron a la misma escuela y de vez en cuando entrenaban juntos.
Recordando cómo se conocieron, Motl declaró al sitio web de noticias iDNES.cz: "Bara tenía 10 años y jugaba en el pueblo donde vivo. Jugaba en la pista número tres y ganó a nuestra vecina adulta por 6-0 y 6-0".
Motl se niega a llamarse a sí mismo entrenador: "No sé si algún día lo haré. Para mí, es una especie de viaje de por vida".
Vida familiar
En Wimbledon, Krejcikova rehúye la vida en los hoteles oficiales, prefiriendo en su lugar alojarse con una familia local, como ha hecho durante la última década.
Barbora ha hablado a menudo del "ambiente relajado" de la casa, donde solía alojarse su difunta entrenadora Jana Novotna.
La 31ª cabeza de serie rindió un emotivo homenaje a Novotna, también natural de Brno, en una entrevista en la pista tras su victoria en semifinales.
Jana, que ganó Wimbledon en 1998, falleció de cáncer en 2017 a los 49 años.
"Recuerdo que pensaba mucho en ella", apuntó la tenista. "Tengo tantos recuerdos bonitos y cuando piso la pista lucho por cada bola, ya que es lo que ella querría que hiciera", agregó.
Se acabó la escuela
Barbora admite que se empeñó en llegar a las finales júnior, ya que a menudo significaba un día libre en la escuela.
"Siempre me ha gustado jugar las finales de los torneos menores, porque jugábamos los lunes y no tenía que ir al colegio. Ése era mi objetivo para el fin de semana", afirma.
Sueño olímpico
Katerina Siniakova será su pareja en los Juegos Olímpicos de París, donde intentarán revalidar el título de dobles de Tokio.
Ambas se separaron el pasado mes de noviembre tras ganar siete títulos de Grand Slam juntas.
La separación fue iniciada por Siniakova, que decidió formar equipo con Storm Hunter, pero la australiana se lesionó el tendón de Aquiles en abril, lo que le obligó a permanecer en el dique seco.
Katerina ganó el Abierto de Francia de dobles femenino con Coco Gauff el mes pasado y ganó la final de Wimbledon de este año con Taylor Townsend.
Barbora unió fuerzas con Laura Siegemund en Wimbledon, pero cayeron eliminadas en cuartos.