La campeona de Wimbledon, Rybakina, armada con un saque amenazador y una resolución de acero, no permitió que el público se hiciera oír mientras derribaba sin contemplaciones a Boulter en la tercera ronda (6-1, 6-1).
"Sabía lo que me esperaba. Por supuesto que sabía que iba a ser duro. Pero oí que me apoyaban y el ambiente era muy agradable", declaró Rybakina, que se ha convertido en la gran favorita para ganar su segundo título consecutivo.
"Hoy estaba jugando muy bien... y en general estoy contenta de haber estado concentrada desde el principio hasta el final".
Las dos protagonistas tuvieron que esperar hasta casi las nueve de la noche, hora local (2000 GMT), antes de poder entrar en la pista iluminada, y cuando Boulter sólo cedió un punto en su primer juego de servicio, las expectativas de una victoria inesperada se dispararon.
Después de todo, éste era el mismo escenario en el que una multitud de 15.000 espectadores había llevado a Andy Murray a muchas famosas victorias a altas horas de la noche, y los aficionados del sábado estaban listos y esperando para volver a hacer de las suyas.
El único problema fue que Rybakina no supo leer el guión británico.
A partir del 1-1 en el primer set, la kazaja se deshizo de aces y golpes ganadores de servicio y produjo un aluvión interminable de golpes ganadores de derecha y revés para embolsarse los siete juegos siguientes.
Tal fue el dominio de la kazaja, tercera cabeza de serie, que el público, atónito, pareció perder su voz colectiva mientras Boulter simplemente perdía el rumbo.
La mujer que hace 12 meses eliminó a la ex número uno del mundo Karolina Pliskova en el mismo escenario no tuvo respuesta a la potencia de Rybakina.
Rybakina selló el primer set con su sexto ace y, aunque la número uno británica evitó la humillación de ser eliminada del segundo set cuando ganó el tercer juego, había una sensación de inevitabilidad flotando en el aire porque todo lo que tocaba Rybakina se convertía en oro.
Afortunadamente para Boulter, número 89 del mundo, su calvario sólo duró 57 minutos brutales, ya que Rybakina rompió por cuarta vez para poner fin al desafío británico en los campeonatos de este año con una derecha ganadora.
Rybakina se enfrentará ahora a la 13ª cabeza de serie , la brasileña Beatriz Haddad Maia.