Sobre el papel, la victoria por 6-2 y 7-6 parecía bastante cómoda, pero no fue nada sencilla, ya que el juego de fuerza de Rybakina falló gravemente cuando parecía que se encaminaba a un final rápido.
La kazaja, nacida en Moscú, derrochó golpes ganadores por toda la Pista Central en un primer set desigual y parecía encaminarse a la victoria contra su rival.
Pero el juego de Rybakina pasó de estar al rojo vivo a ser decididamente tibio cuando la astuta Cornet, que disputaba su 66º torneo consecutivo de Grand Slam, hizo valer su experiencia para atrincherarse.
Rybakina cometió muchos errores y se vio inmersa en un tenso juego con 5-5 en el que Cornet dispuso de cinco puntos de ruptura antes de resbalar en la línea de fondo y necesitar un largo tratamiento antes de continuar.
La defensora del título mantuvo el saque en su décimo punto de partido, pero seguía mostrándose nerviosa cuando se vio arrastrada al tie-break.
Al final, la tercera cabeza de serie se llevó el gato al agua.
Ahora se enfrentará a la wildcard Katie Boulter (26), la última jugadora británica en el cuadro femenino.