Cuando todo hacía pensar que el Elche podría marcharse de Vallecas con un punto, un premio menor, pero una consolación para salir de su crisis de resultados, llegó Unai López para quitarle el caramelo de la boca y, con un derechazo imparable, con una monumental volea desde la frontal del área, hundir a los visitantes y darle la victoria al Rayo por 2-1. La continuidad de Francisco como entrenador ilicitano pende de un hilo, después de cinco derrotas consecutivas.
Y eso que los visitantes tienen a Edgar Badía, el portero que más paradas hace en toda la Primera división. Bueno por un lado porque demuestra su calidad; pero malo por otro porque el sistema defensivo de su equipo no funciona. Y eso que sus compañeros defendieron muy cerca de su portería.
Pero igual que tener muchos delanteros no garantiza goles, tampoco acumular defensas te asegura no encajarlos. Sobre todo si estos son timoratos al despejar los balones aéreos. Álvaro fue el primero en avisar, Lejeune sí marcó, pero estaba en posición incorrecta.
Parecía que el gol local llegaría en cualquier momento. Pero así es el fútbol. En un córner, Dimitrievski salió mal y Borré aprovechó en el segundo palo para adelantar a los visitantes. No se lo creían ni ellos. Y claro, mientras se pellizcaban viéndose por delante, llegó Trejo para asistir de tacón a Camello y que este volviese a poner las tablas. Un 1-1 mucho más justo, desde luego.
En la segunda mitad, el Rayo siguió a lo suyo, que era ampliar el campo con sus hombres de banda y poner centros para Falcao. El tanto de la victoria no llegaba y lo intentaron con disparos lejanos. Como Álvaro, buen encuentro el suyo, con un disparo cruzado. O Isi, al que frenó Edgar. Y justo cuando nadie parecía esperarlo, y momentos después de que Ponce metiera el susto en el cuerpo a todos los vallecanos, ya en el 95, llegó Unai para decir, y de qué manera, que la victoria se quedaba en casa.
Jugador Flashscore del partido: Unai López