Weah, Ferreira y Reyna: ilustres apellidos de la nueva selección de EEUU
El viaje personal y deportivo de este prometedor trío de atacantes es un reflejo de la enorme diversidad de la escuadra norteamericana, que se renovó por completo tras su fracaso por no clasificarse para Rusia 2018.
En el caso de Tim Weah, su padre es uno de los grandes mitos del fútbol africano, el liberiano George Weah.
El recordado delantero del Paris Saint-Germain y AC Milan, ganador del Balón de Oro en 1995, nunca pudo guiar a su selección hasta una Copa del Mundo y ahora vivirá este sueño a través de su hijo.
"Mi padre quería jugar en un Mundial con su país, pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo", explicó Tim Weah esta semana en Doha. "Ahora de alguna forma lo está reviviendo a través de mí".
Este dinámico y punzante extremo nació en 2000 en Nueva York cuando George Weah todavía no había colgado las botas.
Sus padres se habían conocido en esa ciudad estadounidense cuando George Weah visitó la sucursal bancaria en la que trabajaba su futura esposa, quien había inmigrado de joven desde Jamaica.
Mientras su padre lanzaba la carrera política que le llevó a la presidencia de Liberia en 2017, Tim Weah se formó en la academia del New York Red Bulls y con 17 años se trasladó a Francia para unirse a las categorías inferiores del PSG.
Desde el ex equipo de su padre pasó al Lille, con el que alzó el título de la liga francesa en 2021 y se ganó un lugar como probable titular con su selección en Catar.
Ferreira y una desilusión con Colombia
A sus 21 años, Jesús Ferreira se perfila para ser el nueve estadounidense en Catar y cumplir así la meta que tampoco consiguió su padre, David Ferreira, en este caso con la selección de Colombia.
David Ferreira formó parte de la escuadra cafetera que triunfó en la Copa América de 2001 pero después Colombia comenzó una travesía en el desierto quedándose fuera de los Mundiales de 2002, 2006 y 2010.
Jesús Ferreira nació en Santa Marta (Colombia) pero se trasladó a los nueve años a Estados Unidos después de que su padre fichara por el FC Dallas de la MLS, torneo del que fue MVP (Jugador Más Valioso) en 2010.
El delantero, que pasó por todas las categorías inferiores del FC Dallas hasta ser ahora la figura del primer equipo, forjó su pasión por el fútbol en estadios donde su padre era idolatrado.
"Escuchar a los aficionados gritar el nombre de mi padre y ver lo contentos que estaban cuando hacía las cosas bien. Eso era lo que yo quería, hacerles disfrutar y luchar por cosas grandes", explicó Ferreira a la AFP.
"Pero yo quiero que me conozcan por mis logros, no los de mi padre y creo que hasta ahora estoy haciendo las cosas bien", recalca el punta, quien aspiraba a defender internacionalmente a Colombia pero nunca recibió una convocatoria.
"Nunca me dieron la oportunidad. Para mí era un sueño representar a Colombia sabiendo que nací ahí y que mi padre representó al país", lamenta.
"Ahora que vivo del fútbol, dejamos de hablar tanto de deporte y más de cómo estamos", dice el delantero sobre su relación con su padre, quien ahora entrena al Unión Magdalena, escuadra de Santa Marta.
Reyna, una referencia en EEUU
Giovanni Reyna, la perla de 20 años del Borussia Dortmund, sí tuvo propuestas para defender a hasta cuatro selecciones pero se decantó por agrandar el legado que dejó su padre en Estados Unidos.
Claudio Reyna es una de las grandes figuras del equipo de las barras y estrellas, de la que fue internacional en más de un centenar de ocasiones y cuatro veces mundialista entre 1994 y 2006.
En la cita de 2002 (cuando Estados Unidos alcanzó los cuartos de final) "yo estaba en el vientre de mi madre pero he visto las imágenes muchas veces", recordó Gio Reyna esta semana.
"Mi padre me dice que nunca dé nada por sentado y que disfrute de este momento especial. Los Mundiales no ocurren a menudo", subraya.
Reyna nació en Sunderland cuando su padre jugaba para el equipo local. Su madre, Danielle Egan, fue futbolista y también llegó a jugar para la selección estadounidense.
Esta semana Reyna reconoció que, además de Inglaterra, también tuvo opciones de defender los uniformes de Portugal y de Argentina, por los orígenes de su familia paterna, pero su intención siempre fue seguir los pasos de sus padres con Estados Unidos.